Por Francisco Belín

La impronta marinera en la cocina de la ciudad lisboeta es incuestionable y las capturas del Atlántico marcan el latido culinario de una urbe cosmopolita que ofrece platos representativos de todo el país vecino. En un territorio con importante tradición de ese icono infalible que es el bacalao –hecho de todas las maneras – tampoco hay que desdeñar el sabroso recetario con el pescado variado, el caldo verde, el cerdo (porco), las favas (legumbre), pollo a la barbacoa (frango a piri-piri) y, cómo no, los quesos lusos (es famoso el mantecoso queijo da serra). En la capital podemos disfrutar de hortalizas (fenomenal la lechuga lisboeta), así como frutas frescas. Los que buscan destino gastronómico encontrarán varios de estrellas Michelín (Belcanto, Eleven, Feitoria, Loco, Alma).