Por Fran Belín
Fotografía por Salvador Aznar
Como enclave costero que mira al océano Atlántico, el pescado es un elemento culinario de peso fundamental en un país –y por ende en su capital, Dakar- en el que también se aprecia sobremanera el arroz, determinadas legumbres y el cacahuete con los que se preparan sabrosas elaboraciones, algunas de indudable influencia francesa. Uno de los platos nacionales es el thiéboudienne (pescado marinado) o el yassa -pollo o frutos del mar- servido con cebollas y ajo, mostaza y salsa de limón. Es una de las gastronomías más consideradas del continente africano y en la que también se da lustre a los mariscos, como langostinos y camarones.