Por Fran Belín

Fotografía por Juan Carlos Acosta

Muchos platos africanos asoman cautivadores tonos cromáticos, con productos y sabores en los que se fusionan la tradición árabe, bereber y mediterránea en perfecta armonía entre lo dulce y lo salado, particularmente en Marruecos.

Desde Agadir nos llega esta plástica imagen de un tajine o tajín (toma el nombre del recipiente para cocinar fabricado en barro cocido y compuesto por un plato hondo y una tapa de forma cónica). En este caso es de vacuno. La cocina en el tajine (se pronuncia tayín) es de cocción muy lenta de todos los componentes, entre los que deslumbran todo tipo de verduras y hortalizas, además de hierbas y especias.