La Escuela de Arte y Superior de Diseño (EASD) Fernando Estévez es un centro público perteneciente a la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias. En él se imparten diferentes niveles educativos como el Bachillerato en su modalidad de Artes, Ciclos Formativos de Grado medio y Grado Superior de Artes Plásticas y Diseño. También se imparten las Enseñanzas Artísticas Superiores de Diseño, (nivel de Grado) en sus especialidades de Diseño de Moda, Diseño de Interiores y Diseño Gráfico.

¿Qué los distingue de la competencia, en qué son especiales?

Nuestras enseñanzas tienen un enfoque primordialmente práctico y basado en un seguimiento continuo de la evolución de cada alumno. Nuestras ratios son de un máximo de 15 alumnos por clase para las materias prácticas y de 30 para las teóricas, lo que permite un proceso de aprendizaje muy personalizado. En nuestras escuelas, abordamos la educación superior de esta forma desde mucho antes de que se estableciese el ‘Plan Bolonia’. Ello es lo que nos permite formar a profesionales altamente cualificados en su campo.

¿Qué importancia tiene o le dan a la formación continua y a la actualización de conocimientos?

Para alcanzar buenos niveles de calidad estamos obligados, como docentes, a actualizar nuestras metodologías para adaptarnos a un nuevo escenario de enseñanza-aprendizaje. No es una tarea fácil, pero necesaria, pues estas innovaciones educativas en la formación del profesorado influyen directamente en la calidad del proceso formativo de nuestros estudiantes.

Nos esforzamos por formar a profesionales de la cultura, las artes plásticas y el diseño. Creemos que estos profesionales aportan, además de sus conocimientos y competencias técnicas y tecnológicas, una dimensión artística y plástica. Este matiz es importante, pues ayudamos a que los espacios, los objetos y los lugares sean apropiados para quienes los usan y disfrutan no sólo a nivel físico y material sino también a otro nivel más intangible como es el disfrute de la experiencia.

Intentamos que nuestras clases sean reducidas en número de estudiantes. Con una interacción directa y cercana. Los conocimientos técnicos deben ser los adecuados para dar respuestas óptimas en la resolución de problemas. Pero sin perder esa otra perspectiva artística y plástica que dan valor a los objetos y espacios cotidianos.

Con estás premisas la formación continua y la actualización de conocimientos es vital para nuestros objetivos.