Definido como la práctica que rechaza la utilización y consumo de productos y servicios de origen animal ya sea por razones éticas o dietéticas, el veganismo se ha convertido ya en un estilo de vida que cada vez adoptan más personas. Con casi igual número de defensores y detractores, es uno de los temas de actualidad y controversia en lo que a salud y nutrición se refiere.

En cuanto a nutrición, explica el Dr. Alejandro Medina, médico especialista en Medicina Interna en Hospiten, “hay que tener en consideración las variables por las que un paciente lleva una dieta restrictiva como la vegana: ya sea por consejo profesional (sesgado o no) o por cuestiones personales, teniendo en cuenta las tradiciones o la condición cultural de la persona, en cuyo caso hay poco que discutir”. Cuando se deba a una cuestión ética debida a su desacuerdo con la forma de captura o cría industrial de animales, recomienda tratar de informarse, ya que no todos los casos son iguales. “Los riesgos de una dieta vegana van desde el aumento en el desequilibrio energético o pérdida de vitaminas esenciales, por lo que es recomendable someterse a controles periódicos para comprobar que no hay carencia de vitaminas como la B12 ni oligoelementos”, afirma. Respecto a los beneficios, continúa, “el organismo se libra de carnes y productos procesados industrialmente, así como de alimentos que son fuente de grasa no deseada. Además, los productos que se consumen en una dieta vegana son más ricos en fibra que los de la dieta normal de un occidental, además de ser ricos también en vitaminas hidrosolubles”.

Burger Mel, creada hace 30 años por Mel y Marisa con la filosofía de acercar la comida vegana a todos los bolsillos y adaptarla al fast food, defiende este estilo de vida saludable, además de un compromiso cuya fórmula es la utilización de ingredientes locales 100% canarios que los lleva a suministrar a grandes superficies, restaurantes y colegios y que no sólo se dirige a veganos, sino a todos.