Por Salvador Aznar

Nosotros la estuvimos recorriendo durante días, recopilando información y realizando fotografías ilustrativas sobre la mayoría de sus poblaciones y lugares de interés. Como resultado de este trabajo, hemos confeccionado una lista con los 10 enclaves más importantes y sugerentes que consideramos que no debes perderte cuando decidas visitar esta preciosa isla.

Funchal

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Situada en una gran cuenca natural de cara al Atlántico y rodeada de altas montañas y escarpados acantilados, la capital de la Isla y su puerto sirven de escala a los numerosos cruceros que llegan cada año para visitar Madeira. Funchal es una moderna y tranquila ciudad que rezuma historia por cada uno de sus rincones y en la que se pueden practicar diversas actividades e interesantes visitas culturales. Pasear por sus calles y degustar su sabrosa gastronomía en cualquiera de los restaurantes de la ciudad se convierte en un lujo de sensaciones.

Monte

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Encaramado sobre las altas colinas que rodean la ciudad de Funchal, se encuentra el barrio de Monte. En este antiguo emplazamiento que sirvió como exilio del Emperador Carlos I de Austria, destaca el perfil de una pequeña iglesia a la que se accede a través de unas largas y empinadas escaleras. Al pie de este templo construido para albergar a la Virgen del Monte, patrona de la Isla, se concentran los carreiros y las cestas de transporte que ahora sirven como atracción turística.

Monte es uno de los lugares más frecuentados por los visitantes de la Isla, que acuden atraídos por la belleza de sus jardines y, cómo no, para deslizarse cuesta abajo subidos en los típicos trineos de mimbre.

Cámara de Lobo

Este pequeño pueblo de pescadores debe su nombre a la cantidad de lobos marinos que los primeros exploradores portugueses se encontraron en esta acogedora bahía. Es a nuestro entender, uno de los enclaves más bonitos de Madeira. No en vano, Sir Winston Churchill, el destacado político y estratega británico, eligió este rincón para plasmar su peculiar paisaje costero en algunos de sus cuadros.

Muy cerca del pueblo se alza la formación rocosa de Cabo Giráo, considerado como uno de los acantilados más altos del mundo. En la cúspide de este emplazamiento se ubica un amplio mirador, al que recientemente se le ha añadido una moderna estructura que, sobresaliendo a modo de balcón sobre el acantilado y provisto de un impresionante suelo transparente, sobrecoge a más de un visitante.

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Porto Moniz

Es uno de los más pintorescos y visitados enclaves costeros de Madeira, rodeado de extensas zonas vinícolas que destacan sobre las oscuras formaciones rocosas de origen volcánico. Esta geografía formada por lava petrificada también adorna su perímetro costero, propiciando que con la marea alta se formen unas increíbles piscinas naturales que han contribuido a que el pequeño pueblo de Porto Moniz se esté convirtiendo en uno de los centros de turismo más destacados de la Isla.

Santana

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Sin duda la imagen de sus tradicionales casitas de campesinos en forma triangular y con tejados de paja, es la estampa que mejor representa a esta región. Una comarca que ha basado su economía en la agricultura, la artesanía y ahora, en las tradiciones arquitectónicas. Catalogado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, Santana se ha convertido en visita imprescindible.

Faial

Situado en las faldas de una impresionante montaña conocida como Peña de la Águilas, este bonito y acogedor pueblo surgió con el auge de las plantaciones de caña de azúcar en el 1519. Curiosamente, los primeros colonizadores que llegaron para establecerse y explotar esta zona agrícola de Madeira fueron principalmente árabes y gallegos.

Porto da Cruz

El pequeño núcleo que surgió en torno a esta bahía de la cruz y a la sombra de la montaña Peña del Águila, es un tranquilo pueblecito alejado de todo tipo de bullicio. Aquí podrás probar sus ricos vinos seco americano y sus exquisitas ponchas, (bebida a base de aguardiente de caña de azúcar y zumo de limón) producidas en el antiguo ingenio azucarero que aún hoy día, se mantiene en perfecto funcionamiento.

Pico do Areiro

Cuando asciendas hasta el mirador de las cumbres de Areiro, formaciones rocosas de indudable origen volcánico (con sus 1818 m. de altura forman el tercer pico más alto de la Isla), te asombrarás con el espectáculo que se vislumbra desde este privilegiado balcón. El Pico de Areiro es punto de visita turística obligado y también un lugar muy frecuentado por los amantes de la naturaleza y el senderismo.

Punta de San Lorenzo (Ponta do Sao Lourenco)

Esta espectacular zona de la Isla convertida en Reserva Natural, es también una zona preferente para la práctica del senderismo. Sus curiosos acantilados y formaciones rocosas, a los que solo se puede acceder caminando, ofrecen un extraño paisaje muy diferente al del resto de la Isla, con una curiosa vegetación de plantas endémicas de la zona.

Machico

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Este pueblo-ciudad de ordenada estructura construido en la desembocadura del río que lleva su nombre y al amparo de una bien resguardada bahía de lindas playas, fue el primer enclave en el que se establecieron los primeros conquistadores llegados de Portugal. Y también el lugar donde según cuentan las leyendas, arribaron los enamorados Roberto Machín y Ana de Arfet, auténticos descubridores de Madeira.