Por S.J. Pérez
Rachel (Emily Blunt) es una mujer devastada por su reciente divorcio que dedica cada mañana de camino a su trabajo a fantasear sobre la vida de una pareja aparentemente perfecta que vive en una casa por la que su tren pasa cada día. Pero una mañana Rachel es testigo desde la ventana del tren de un impactante suceso y se ve involucrada en el misterio que ella misma revela.
Si tuviera que escoger un género que funcione a nivel internacional sería el thriller, pues es entendido en todas partes, por el contrario, la comedia no tiene tanta proyección ya que su humor no llega del mismo modo a todos los países, ya que va muy unido a la cultura de cada lugar. Pero el hecho de que el thriller tenga una proyección más internacional no garantiza el éxito ya que si no se respetan las normas básicas del género probablemente se convierta en un telefilm aburrido y cansino, como ha ocurrido con La chica del tren.
Un thriller debe tener un argumento cargado de intriga y una tensión que te envuelva desde su comienzo hasta el final. Esto motivará al espectador a resolver el misterio planteado. Sin duda, es un requisito necesario para que así el espectador sea una pieza fundamental en el juego implicándose de tal manera que sacarán sus propias conclusiones antes de conocer el desenlace.
En la Chica del tren no hay intriga ni tensión. Tan solo nos engañan de forma forzada, nos muestran la mentira en nuestra propia cara, no nos dan la oportunidad de dudar. Lo peor de todo es que intentan copiar a la película Perdida, pero les aseguro que no tiene nada que ver. En Perdida, David Fincher hizo un trabajo fabuloso gracias a los espectaculares giros, guión y el buen trabajo de sus protagonistas. Ahora, el director, Tate Tylor, consigue plasmar de forma fallida una obra que ya de por sí no es una novela excelente, pues no ofrece nada que no hayamos leído ya. Pero claro, después de haber vendido 15 millones ejemplares en todo el mundo, ¡Cómo no se va a adaptar a la gran pantalla!
Tiene un inicio potente y prometedor, pero a partir de ahí va decayendo e incluso haciéndose pesada ya que llega un punto en el que parece que no avanza, está estancada, por lo que no tenemos las suficientes herramientas para ir sacando nuestras propias conclusiones.
A medida que avanzaba más me sentía que estaba viendo una de las películas que proyecta antena 3 los fines de semana. Sí, una verdadera pérdida de tiempo, pues es preferible esperar a que salga en DVD y verla en casa tranquilamente, ya que si por lo menos nos ofreciera un apartado técnico digno de verla en el cine, pues no me hubiera sentido tan decepcionado, pero es que ni la fotografía se salva. Es cierto que nos ofrece una buena ambientación, pero ya está, un apartado técnico pobre que arriesga muy poco.
El responsable del guión, Erin Cressida Wilson, no profundiza en los detalles, pasando muy por encima de ellos y dejándonos con ganas de saber más. Si hubiera tratado más estos aspectos la cosa cambiaría. Si a esto le sumas que la trama es totalmente inverosímil llega un punto en el que te cuestionas si te están tomando el pelo. La historia, planteada de forma compleja, resulta totalmente innecesaria, ya que sus constantes saltos en el tiempo y los cambios de puntos de vista de los personajes no hacen otra cosa más que confundir en vez de ayudar a resolver el enigma. El director no se arriesga en ofrecernos algo distinto de la obra original, por lo que si queréis un film que refleje exactamente lo mismo que la novela aquí la tenéis, pero si buscáis una película que realmente te sorprenda y ofrezca algo diferente a lo ya visto y leído no perdáis el tiempo.
Lo más destacable del film, o mejor dicho, TELEFILM, sería la impecable interpretación de Emily Blunt. Un papel complejo que defiende a la perfección logrando que me la crea en todo momento. Pero por desgracia, es mucho pedir que ella pueda salvar la película, ya que son demasiados defectos. Rebecca Ferguson, Justin Theroux, Luke Evans, Edgar Ramírez, Allison Janney o Haley Bennett no lo hacen mal, pero son personajes muy poco definidos, planos y vacíos que no logran sorprender.
En definitiva, un telefilm aburrido, lento y sin sorprendentes giros que solo gustará a los lectores que hayan quedado satisfechos con el libro.
Nota: 2 de 5
Lo mejor: Emily Blunt, ambientación e inicio
Lo peor: giros forzados, ritmo y…. sensación de estar viendo un telefilm de antena 3