Por Paula Albericio

Dar un nuevo color a la melena es una de las técnicas favoritas para cambiar de look, y al igual que ocurre con la ropa, el cabello admite tendencias en cuanto a corte, textura y color. Si eres fan de los cobrizos y pelirrojos estás de suerte, porque las melenas de fuego suben la temperatura este otoño invierno.

El cabello en color rojo se ha convertido en uno de los más demandados del 2016.  Los diferentes tonos que abarca hacen que sea posible elegir entre una amplia y diferente gama a la hora de escoger color para tu melena, aunque debemos advertirte que no quedan bien a todas, así que si estás pensando en pasarte al rojo, quizá te convenga leer estos consejos que te daremos a continuación.

Los tonos cobrizos rojizos son la mejor opción para  las mujeres de piel blanca o clara y los ojos también claros. Este tono que tiende a naranja es un color muy fluido que además aporta mucha luz, brillo y a la melena.

Los castaños rojizos son perfectos para si quieren dar un toque rojo  a su melena de forma discreta. Mezclando tintes y matices en color chocolate, castaño y rojizo. Estos tonos quedan bien a pieles claras y medias, pero también oscuras.

Otra opción para esta temporada es  el rojo declinado en rosa.  Para llevar este color rojo debes tener una base muy clara, sobre todo para evitar las decoloraciones más agresivas y un resultado indeseable cuando tu color natural salga de nuevo.  El resultado de este tono es impactante y seguro que no vas a pasar desapercibida.

Siempre de moda y uno de los tonos más recurrentes en lo que a tintes se refiere, el rojo caoba  vuelve con fuerza esta temporada. Tu melena agradecerá el brillo extra y los reflejos más rojizos que dotarán de cuerpo y luz al cabello. Además, suele quedar igual de bien a una tez clara o a una más oscura.

Elijas el tono que elijas, si no eres pelirroja natural, te recomendamos acudas a tu estilista para que te asesore sobre qué color y técnica es la más adecuada para tu melena.

Además, si te pica la curiosidad, siempre puedes probar en diferentes páginas web cómo te sentaría un cambio de look, desde el más discreto al más radical.