Por S.J. Pérez
Seré lo más claro posible, es la peor de las tres entregas. Aburrida, lenta, tediosa, previsible y exagerada que no aporta nada nuevo a la franquicia. Esta es la prueba perfecta de que un buen director y unos magníficos actores pueden dar lugar a un auténtico desastre que olvidarás una vez salgas del cine.
El director Ron Howard, responsable de Una mente maravillosa o Apolo 13 le ha cogido el “gustillo” a las adaptaciones de los best-sellers de Dan Brown, y con razón, pues curiosamente, a pesar de que los resultados no han sido sobresalientes, la taquilla siempre lo ha respaldado. Y al fin y al cabo, es quien manda….
En esta ocasión Robert Langdon, el famoso profesor de simbología (nuevamente interpretado por Tom Hanks) se encuentra tras el rastro de una serie de pistas conectadas con el mismísimo Dante. Cuando Langdon despierta con amnesia en un hospital italiano, hará equipo con Sienna Brooks (Felicity Jones), una doctora de la que él espera le ayude a recuperar sus recuerdos. Juntos recorrerán Europa en una carrera a contrarreloj para desbaratar una letal conspiración global. Adaptación del best-seller homónimo de Dan Brown.
Todos recordaréis el exitazo de El código Da Vinci, unas de las novelas que más ha dado de qué hablar, y como no podía ser menos, su adaptación cinematográfica arrastró a millones de espectadores a verla en la gran pantalla, película absurdamente entretenida. Lo mismo sucedió con Ángeles y Demonios, pero en esta segunda entrega, gracias al cambio de guionista (se encargó David Koepp), el resultado fue un elegante y excitante thriller con un final bien anudado.
Ahora nos llega la tercera entrega, Inferno, un film aburrido, lento, y cuyos giros no consiguen sorprender. Tenía la sensación que estaba viendo lo mismo que en el Código Da Vinci y como es habitual en este tipo de franquicias poco innovadoras, huele a desgaste y más cuando su propio director muestra un llamativo desinterés en hacer una gran película, que por cierto, se entrena con un año de retraso, sospechoso, ¿no?
Con respecto a su reparto, solo puedo decir que ni Tom Hanks ni felicity Jones consiguen salvarla. Tom Hanks ya no está preparado físicamente para participar en este tipo de películas, pues se le nota cansado y con poca garra para afrontar determinadas escenas. Y si hace una semana decía que Felicity Jones hacía una estupenda interpretación en Un monstruo viene a verme, ahora, en ésta, no termina de convencerme. Ni siquiera Omar Sy, el protagonista de Intocable, ni Sidse Babett Knudsen, terminan de sobresalir por culpa de unos personajes mal definidos y bastante planos.
¡Y qué decir de su final! Totalmente predecible al puro estilo Disney.
Me Sorprende también que se utilice a Dante y La Divina Comedia como única excusa para que sus protagonistas recorran Florencia y Venecia para así ofrecernos una magnífica fotografía, porque he de reconocer que si algo bueno tiene esta entrega son sus espectaculares vistas y la bellísima banda sonora de la mano de Hans Zimmer.
En definitiva, Inferno vuelve a repetir la misma fórmula que hemos visto en las anteriores entregas, no aporta nada nuevo que nos sorprenda, por lo que se termina convirtiendo en un thriller aburrido cuyos 120 minutos se terminan alargando demasiado.
Nota: 2 de 5
Lo mejor: montaje, fotografía y banda sonora.
Lo peor: lenta, demasiado inverosímil, interpretaciones, nada original y final.