Por Alicia Mederos

Primero en Tenerife con el colectivo Yaiza Borges, años después con varios cortometrajes para la productora La Mirada, La Raya, de Andrés Koppel y el gran salto a la industria nacional: Esposados, de Juan Carlos Fresnadillo, con nominación incluida a los Oscar de Hollywood. Pero el empujón definitivo para Paco Rodríguez ocurrió en 2002. Una maquilladora le devuelve el favor de haberla incluido en un rodaje para La Mirada preguntándole si quiere participar en una película en Madrid. Paco dijo sí. No preguntó ni título, ni director, ni actores… era, dice, una oportunidad fuera del Archipiélago. La película en cuestión resultó ser Hable con ella, de Pedro Almodóvar. Todavía hoy abre los ojos como platos recordando aquel momento en que creyó morir.

Una larga sucesión de cineastas (José Luis Borau, Joaquín Oristrel, Achero Mañas, Icíar Bollaín) jalonan el currículo de este peluquero de cine que hasta el pasado 6 de febrero acumulaba cuatro nominaciones a los Goya pero ninguna estatuilla. El Goya 2016 al Mejor Maquillaje y Peluquería por su trabajo en la película Nadie quiere la noche, de Isabel Coixet, arroja luz sobre un hecho ya conocido en los circuitos profesionales: Paco Rodríguez es sinónimo de calidad y creatividad en la industria del cine. Ha peinado a centenares de actores y actrices, un universo repleto de manías, dice, que debe ir trenzando para crear un espacio de confianza mutua. Asegura sentirse respetado, y así debe de ser a juzgar por el hecho de que fue la mismísima Juliette Binoche, -con quien acababa de rodar en Chile la película Los 33, de Patricia Riggen, sobre los mineros que en 2010 quedaron sepultados en Atacama-, quien lo propuso a Isabel Coixet…

 

¿Lo esperaba?

 

Cabía la posibilidad, pero los otros nominados eran muy buenos. Con la peluquería para cine ocurre que no es apreciable a simple vista por el espectador porque además, si lo es, una de dos: o eso es lo que se perseguía o ha ocurrido un desastre… de peluquería que quizá el público no aprecia a primera vista pero los profesionales del medio sí… En Nadie quiere la noche hay un trabajo de efectos especiales y de maquillaje extraordinarios y el trabajo de peluquería consistía en lograr un efecto de degradación paulatino, un hiperrealismo sin estridencias.

 

¿Quién tiene la última palabra: el director, usted, los actores…?

 

Es un trabajo de equipo con un claro objetivo: hacer que aflore el personaje que está en el guion, tal y como lo quiere el director. Mi trabajo consiste en sacar a flote al personaje, no que un actor o actriz salga guapo o fea. Leo el guion cuantas veces sea necesario, hablo con el director sobre cómo lo veo y cómo lo ve, aunque algunos lo tienen tan claro que no hay nada que opinar… Pero me gusta escuchar a los actores; tienes que encontrar el punto de confianza para que el trabajo salga y eso significa atender ciertas manías y cosas así pero, por lo general, fluye bien… A mí me gusta trabajar en silencio y eso funciona, porque permite al actor o actriz ir metiéndose en el personaje a medida que va apareciendo en el peinado… por ejemplo, lo tengo muy presente en Nadie quiere la noche, ha sido un placer auténtico trabajar con Juliette Binoche, era un proceso complicado pero ella facilitó que el aspecto, el peinado y la apariencia del personaje fueran degradándose sin romperlo. En peluquería para cine tu trabajo no debe notarse, sirve para que los actores encuentren al personaje.

 

Nadie quiere la noche se rodó en Bulgaria, Noruega y… ¿Tenerife?

 

Sí, fueron veinte días de rodaje. Todos los interiores en los iglús están rodados en Tenerife… Ha sido un rodaje intenso; Noruega, Bulgaria y Canarias… ¡esto es cine!

Paco Rodríguez trabajando con un postizo durante el rodaje de “Nadie quiere la noche” en Finse (Noruega) / OAC
Paco Rodríguez trabajando con un postizo durante el rodaje de “Nadie quiere la noche” en Finse (Noruega) / OAC

 

Como una vuelta a casa después de tantos años…

 

Ya me gustaría trabajar más en las Islas, de verdad. Va siendo hora de sacar partido en serio a las enormes ventajas que ofrece para los rodajes…

 

Parece que ahora se está tomando conciencia…

 

Sí, pero es necesario impulsar la industria y crear las condiciones para generar espacios de producción y posproducción desde las Islas hacia el exterior… Es viable y daría trabajo, seguro.

 

¿Se está ofreciendo para trabajar en Canarias?

 

No tengo problemas para trabajar en cualquier parte, de hecho en Canarias tengo un proyecto que me acaban de ofrecer y lo estoy sopesando… pero sí, me gustaría que me llamaran más porque significaría que se estarían haciendo más películas y más producciones en Canarias.

 

Pero ahora con el Goya, a lo mejor no se atreven a ofrecerle proyectos por aquello del caché….

 

Podría ser que eso ocurra pero lo digo de verdad, tal y como está el patio, lo interesante es trabajar, rodar y rodar, y los cachés ni tocarlos.