Texto: Francisco Javier Torres del Castillo
El aumento del gasto en la defensa europea representa uno de los mayores cambios estructurales en la política económica y estratégica del continente desde el final de la Guerra Fría. Tras la invasión de Ucrania, muchos países europeos han adoptado compromisos firmes para elevar su inversión militar, cumpliendo o incluso superando el umbral del 2 % del PIB. Este giro no solo tiene implicaciones geopolíticas, sino también importantes consecuencias económicas, especialmente para las empresas vinculadas al sector de la defensa y para los inversores que sepan identificar las esas oportunidades emergentes.
Tradicionalmente ha sido considerado como un sector estable, pero de limitado crecimiento; en la actualidad, el sector vive un auténtico renacimiento. Empresas como Rheinmetall, Thales, BAE Systems, Leonardo o Airbus Defence han visto aumentar significativamente tanto sus valoraciones bursátiles como sus carteras de pedidos. El aumento sostenido del gasto público en defensa garantiza contratos multianuales, lo que ofrece previsibilidad y estabilidad para las compañías del sector, algo especialmente valorado en entornos económicos inciertos.
Además del rearme convencional, el nuevo gasto se orienta hacia áreas tecnológicas de alto valor añadido: ciberseguridad, inteligencia artificial, satélites, vehículos autónomos, drones o sistemas de mando y control digital, dando lugar a una industria mucho más tecnológica, dual y abierta a la innovación, donde las barreras tradicionales dan paso a un ecosistema más dinámico.
Aunque los grandes contratos suelen concentrarse en unas pocas compañías, el crecimiento del sector abre también un abanico de oportunidades para pymes especializadas, empresas industriales, tecnológicas y startups.
Muchas de estas compañías actúan como proveedoras de segundo o tercer nivel para los grandes grupos, suministrando componentes, sistemas, software o mantenimiento. La cadena de valor es extensa y compleja, y su expansión está generando una demanda creciente de talento técnico, innovación y soluciones logísticas.
En este nuevo contexto, sectores como la robótica, la ingeniería avanzada, la realidad aumentada o las comunicaciones seguras encuentran un nuevo mercado potencial en la defensa. Las tecnologías duales (de uso civil y militar) serán protagonistas en los próximos años