La creatividad del hombre se impuso al ambiente hostil y supo adaptarse y superar los obstáculos transformando el entorno hasta lo que son hoy las salinas

Pocos lugares desprenden tanta magia como este. Merece la pena cargarse de energía aquí antes de iniciar el descenso por el sendero GR-131, conocido popularmente como “el Bastón”

Entrar en el edificio es hacer un viaje en el tiempo, en el que todo se encuentra en las mismas condiciones que hace más de cien años

El trabajo de los ‘percebeiros’ recuerda al de los especialistas de los efectos especiales en el cine, pero sin red de seguridad sobre las rocas

esde aquí, tenemos una panorámica excepcional de lo que nos deparará el descenso: la mirada recorre los imponentes farallones de Famara

Funchal, la actual capital de Madeira, se asienta en un anfiteatro natural que mira al mar, rodeado por los acantilados

Figuras internacionales del arte urbano pintaron casas en Galoya y otras aldeas, promoviendo un reclamo turístico y cultural.