Por Ibón S. Rosales.

Fotografías por Alberto Brito.

El paso del fuego ha cambiado el paisaje de la cumbre de Gran Canaria, pero también la vida de muchas personas que de él subsisten. Toca reinventarse y seguir luchando. Los alojamientos rurales han bajado sus precios y ahora ofertan oportunidades para animar a la pernocta en municipios como Tejeda o Artenara. Los senderos siguen en su sitio y quizá es buen momento para recorrerlos de nuevo, reflexionar y ver qué sentimos.

“Ahora tenemos que promocionarnos como turismo volcánico y olvidarnos un poco de la riqueza forestal, centrarnos en la historia de los canarios, la cultura y la gastronomía”. Juan Manuel Santana se muestra optimista pese a la caída de las reservas en el Hotel Refugio de Tejeda, del que es responsable junto con su esposa, Juana Hernández. Todavía les duele el fuego.

La Reserva Natural de Inauga, el sendero hacia el Roque Nublo, los Llanos de la Pez o el Roque Bentayga siguen intactos en su hermosura. El Parque de Tamadaba se libró en gran medida. Pero tampoco hay que tenerle miedo a la negrura. Es tiempo de reconocer que la tierra es débil, el humano imperfecto y la naturaleza tan sabia que sabrá recomponerse. Mientras, cada isleño tendrá que poner su granito de arena en la medida en que pueda y no dejar de visitar aquellos lugares que ahora se tiñen algo más tristes.

“La proyección internacional que tuvo el incendio fue tan grande que han cancelado reservas hasta en Mogán, Playa del Inglés o Maspalomas. Hay quien piensa que se quemó la Isla entera cuando eso no es así”, comenta Santana, que pide al gremio periodístico que se volcó en la cobertura del incendio que ahora regrese, para narrar la recuperación de las zonas y así incentivar su visita.

De Tejeda y Artenara, sus almendros y sus quesos. La gastronomía de estos pueblos, con productos como el bienmesabe, el pan de papa, el queso y los mazapanes, continúa siendo un atractivo indestructible. Además, ahora que se acerca la Navidad, es buen momento para darse un salto y comprar los mejores polvorones de la Isla.

Todo aquel que ame el cielo tiene su cita en las noches claras de la cumbre. Pocas cosas hay mejores que tumbarnos y admirar el espectáculo de estrellas. Escalada, senderismo y, en breve, barranquismo, si las lluvias lo quieren. Si bien es cierto que algunas de las rutas se encuentran todavía cerradas, como las del municipio de Artenara, desde las instituciones invitan a pasear por el casco de los pueblos, a hablar con sus gentes, a comer y disfrutar de los miradores.

Desde el Patronato de Turismo ya trabajan en un plan para reactivar el turismo rural en la zona. Los vecinos han estado todo septiembre contabilizando los daños para dar parte y que empiecen a llegar los dineros. El alcalde de Tejeda, Francisco Perera, invita a las personas que lo deseen a visitar el museo de plantas medicinales, “que es único en la Isla”, dice. Pero también a hacer senderismo y que todos vean “las consecuencias del incendio, que cree conciencia ciudadana” y se eviten así futuras imprudencias humanas. Una excursión para la reflexión. Suena bien.

Alberto Brito

Florencia Lescano, guía turística de Artenara, invita a las casas cuevas, un importante patrimonio que nos dice cómo vivían los antiguos canarios, donde la temperatura, sea la estación que sea, siempre ronda entre los 18 y los 20 grados. “Se organizan visitas gratuitas a partir de diez personas”, comenta la uruguaya afincada en la cumbre grancanaria, que considera una parada clave la visita a la Virgen de la Cuevita, “protectora de ciclistas y agrupaciones folclóricas”.

El consejero de Turismo del Cabildo de Gran Canaria, Carlos Álamo, se reunió el pasado mes de octubre con miembros de la patronal hotelera rural y prometió acometer un plan específico para estos meses que quedan de 2019. “El objetivo es cambiar la percepción que se tiene actualmente del incendio entre el turismo grancanario y el público potencial en el extranjero”, comenta.

Para ello cuenta con el apoyo de la asociación Gran Canaria Natural & Active, organización responsable de la promoción de la Isla como destino de naturaleza y marca oficial del Patronato de Turismo de Gran Canaria, que desarrolla una intensa y valiosa labor en lo que a comunicación y promoción internacional de este producto turístico se refiere.

“Gran Canaria es un gimnasio al aire libre los 365 día del año y lo único que tenemos que hacer es poner las facilidades y cambiar la percepción que se ha quedado en algunos países de que se ha destruido. La imagen no es la del invierno pasado, pero las medianías siguen teniendo muchísimo que ofertar”, argumenta Álamo, que destaca la inversión de 200 000 euros en la rehabilitación de las carreteras afectadas por parte de Obras Públicas.

El plan del Cabildo es actuar con ahínco en la promoción de Valleseco, Cruz de Tejeda, Tejeda, Artenara y Agaete en revistas extranjeras, acciones en redes sociales y asistencia a ferias internacionales, al igual que coordinar acciones con los distintos departamentos turísticos de los municipios.

A nosotros, los canarios mortales, siempre nos quedará la opción de coger el coche o las maravillosas guaguas y subir hasta la cumbre para dar un paseo, comer y desconectar de las grandes urbes, para admirar y valorar entre amigos y familiares las riquezas de nuestra querida isla, que sigue siendo mágica.