Por Manoj Daswani

Ilustración por David Ferrer

De las cinco, ¿ha sido esta su mejor temporada en Inglaterra?

Sí, esa es la verdad. Mejorando las cifras de goles y también las sensaciones. Ha sido una gran temporada para mí.

Cada vez se percibe una mayor química con la afición inglesa. ¿Es que el roce hace el cariño?

Sí, son cinco años y es mucho tiempo. Obviamente todas las experiencias vividas, las buenas y las malas, han hecho que afiance mi conexión con la afición. El cariño existe, y es recíproco. Me lo han demostrado cada fin de semana, en cada partido en casa e incluso fuera. Es algo que se nota y se aprecia mucho.

En alguna ocasión ha contado que los inicios no fueron nada fáciles y que ahora es otro Ayoze. ¿En qué ha cambiado en estos cinco años fuera de casa?

He ido madurando y creciendo temporada a temporada. Cuando estás a estos niveles no te queda otra que mejorar, que trabajar cada vez más para progresar y seguir. En el aspecto táctico, en el físico… y sobre todo en la faceta mental. Es algo en lo que yo tal vez flaqueaba y la experiencia en Inglaterra me ha hecho mucho mejor jugador.

Cuentan los jugadores que han ido de España a la Premier que tener un buen físico es imprescindible. ¿Hasta qué punto es así?

Completamente de acuerdo. Yo desde el principio me di cuenta de que tenía mucho por mejorar y que tenía que ponerme al nivel físico de mis compañeros. Si no lo haces, evidentemente te quedas atrás.

Son muchos partidos jugados. Este año, 40. Al principio supongo que tendría dudas sobre su rol, pero ha sido importante en todas y cada una de estas temporadas en Inglaterra.

Sí, uno de los logros de los que más orgulloso me siento es que he sido un futbolista importante todos los años. Es lógico que al principio tuviera dudas, pero desde el día uno se han dado las cosas muy bien a mi favor. Los entrenadores han confiado en mí, todos sin excepción, y es algo que me reconforta. He jugado casi todo y supongo que significa algo en positivo. Tener esos números supone que las cosas han salido según quería.

Ilustración Ayoze Pérez

La conversación parece que tenga aroma a despedida, como la tuvo su último partido en Saint James Park, el estadio del Newcastle. ¿Está en el momento de cerrar un ciclo para abrir otro?

Creo que cinco años es bastante tiempo. Esta etapa me ha valido para mejorar mucho como jugador y como persona. Soy de las personas que entienden que hay que saber cerrar un ciclo para abrir otro en el momento más oportuno y conveniente. Tal vez ese momento ya esté aquí. Tengo la impresión de que el verano será largo. Parece que puede haber buenas propuestas y será cuestión de tomar la mejor decisión, la que sea más apropiada para seguir creciendo. Ya veremos si es aquí o en otro sitio.

¿Cree que pondrá pegas el Newcastle?

No creo que en ese sentido haya problemas de ninguna clase. En todo momento ha habido una muy estrecha y muy sincera relación con el club. Igualmente, no es algo que me preocupe en estos momentos. Sí que preveo un verano largo. Se pondrán sobre la mesa todas las opciones que haya, se estudiarán y habrá que tomar una decisión.

Uno de sus sueños era jugar en Inglaterra. Cumplido ese reto, ¿le gustaría ser reconocido ahora en su país?

Sí. Obviamente en algún momento me gustaría. Tengo en mente jugar en la máxima división de España porque nunca lo he hecho. Solo tuve la ocasión de jugar en Segunda y claro que me llama la atención la élite. No sé cuándo llegará el momento, ni dónde. Pero sí me gustaría mucho.

Toca armarse de paciencia. Usted mismo asume que habrá que prepararse para un verano largo. ¿Cómo lleva la incertidumbre?

Bien. Ahora viene el momento de descansar, aprovechar las merecidas vacaciones y a lo largo de todo el verano se irá viendo. Supongo que los clubes interesados irán moviendo ficha y estaremos en una situación que entiendo compleja, pero es parte del fútbol. Además, en este caso parece que es para bien. Veremos qué pasa y lo que finalmente se decide.

¿Cuál ha sido el rival en Inglaterra que más le ha impactado?

Pues te diría dos: el Liverpool de Kloop y el Manchester City de Guardiola. Los dos son magníficos entrenadores y han hecho muy buen fútbol, cada uno para llegar hasta lo más alto en diferentes competiciones.

Dígame un estadio.

Old Trafford.

Y un partido.

Posiblemente aquel contra el Southampton en el que hice tres goles. Hacer un hat trick no está al alcance de cualquiera y fue muy especial. Por supuesto que me llevé el balón a casa.