Por Enrique Areilza*

Ilustración por Ilustre Mario

Según BBVA Research, en España se destruirán el 36% de los empleos por la revolución digital. Un tsunami. Peor aún, de los 20000 nuevos habitantes anuales en Canarias, el 90% vienen de fuera, buscando, en su mayoría, empleos básicos que no encontrarán por la digitalización.

Unos números: un 20% de desempleo y un 25% de empleo poco o nada cualificado. Si la destrucción en el empleo básico es del 72% (el doble de la media estimada para todo el empleo), alcanzaríamos en el corto plazo un paro del 38%. Lo anterior es en realidad peor al considerar el efecto asincrónico entre la desaparición de puestos y ocupantes del empleo público, que generará un mayor gasto y pérdida de eficiencia.

Lo positivo es la gran oportunidad. Obvio y complejo: cualificar digitalmente a personas de baja cualificación o de capacitación sin futuro, para ocupar los nuevos empleos dentro y fuera de Canarias (según el foro de Davos, se crearán dos puestos por cada cinco desaparecidos).

Un escenario: 20% de desempleo. Supongamos un esfuerzo titánico para conseguir reciclar al 50% de los desempleados y también al 25% de empleados básicos. Se contaría con un 22,5% de reciclados para poder trabajar en puestos nuevos, consiguiendo un desempleo del 15% y además una mejora en el 22,5% del empleo por haberse sustituido por puestos más altos. De hecho, el desempleo sería menor que el 15% porque todos los formados tendrán trabajo ante una demanda mundial enorme que permite en muchos casos la deslocalización.

Un gran reto, una oportunidad única, una amenaza tremenda. Hay que ponerse las pilas y centrarse.

*Dream Team Executive Search.