Por Juan José Ramos Melo @JuanjoRamosEco

En la espesura de este singular espacio forestal sobreviven esquivos depredadores como el lince caracal, el gato montés africano o el chacal dorado, además de un importante número de aves exclusivas de la región. El Parque Nacional de Ifrane se encuentra ubicado en la cordillera del Atlas Medio Central y está formado por bosques y lagos de montaña comprendidos entre los 1300 y los 2400 metros de altitud. Fue declarado en el año 2004 con una superficie de 500 kilómetros cuadrados y luego, en abril de 2008, ampliado para abarcar prácticamente todos los bosques de la región; en la actualidad cubre 1250 kilómetros cuadrados. El objetivo principal de su declaración es proteger los bosques de cedros del Atlas, hábitat natural del macaco de Berbería.

El macaco de Berbería es el único primate, a excepción del hombre, que sobrevive en los bosques del norte de África. La población mundial de esta especie no supera los 2000 ejemplares y ha sido catalogada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Una de sus mejores poblaciones se localiza en los bosques de cedros del Atlas de Ifrane, lugar donde sobreviven aún grupos familiares alejados de la actividad humana.

En Ifrane se han citado más de mil especies diferentes de plantas, algunas de ellas asociadas a importantes formaciones boscosas de encinas, quejigo andaluz, pino marítimo, sabinas y cedros. Los bosques de cedros del Atlas son los más característicos de la región. Formados principalmente por la especie que da nombre al lugar, se consideran exclusivos de las zonas montañosas del norte de Marruecos y Argelia y han sido incluidos en diferentes catálogos de protección por su escasez y vulnerabilidad ante el cambio climático global y la acción destructora del ser humano.

Las especies de flora y fauna del Parque están sometidas a cálidos veranos y húmedos y fríos inviernos. Durante los meses más fríos del año, de enero a marzo, se producen importantes nevadas que le dan un aspecto más propio de las zonas montañosas de Centroeuropa que del norte de África; esto le ha hecho merecedor del calificativo de “la pequeña Suiza”.

El chacal dorado, el serval, el lince caracal, el gato montés africano, la jineta común y un importante grupo de depredadores encuentran en estas amplias zonas boscosas protegidas su hábitat adecuado. A pesar de su conocida presencia, son especies muy difíciles de observar en libertad.

La aves son el grupo faunístico más numeroso: hasta el momento se han citado unas 200 especies diferentes. Las más interesantes por su abundancia en el Parque son las aves forestales. El pico real de Laivaillant y el papamoscas del Atlas, ambas especies endémicas del norte de África, y las subespecies norteafricanas de herrerillo y pinzón vulgar poseen aquí importantes poblaciones.

En las zonas abiertas de prados se localizan varios lagos de aguas permanentes, algunos de ellos de alto valor ecológico, como el de Afennourir, declarado como humedal de interés internacional por el convenio de Ramsar, por su importancia para algunas especies de aves migratorias y por ser el lugar de reproducción de aves acuáticas amenazadas globalmente, como la focha cornuda y el porrón pardo, ambas con poblaciones muy reducidas y en declive a nivel internacional.

La mejor temporada para visitar la región es durante el invierno y la primavera, especialmente durante los meses de marzo a junio. En esta época puedes disfrutar de la floración de muchas especies de plantas, la reproducción de la aves y un clima excelente para recorrer a pie la amplia red de pistas y senderos. Los principales núcleos de población son las ciudades de Ifrane y Azrou; en ambas existe una detallada oferta de hoteles y restaurantes de diferentes categorías, además de un importante número de empresas y profesionales que desarrollan actividades deportivas y ecoturísticas que van desde rutas en bicicleta y esquí hasta senderismo, observación de aves, pesca y recorridos en todoterreno para adentrarse en el bosque.