El domingo 15 de abril, miles de personas de toda la Isla tienen una cita con la Rogativa de la Virgen de la Encarnación, tradición que se remonta al siglo XVI, momento en que Pedro de Ponte decide trasladar la imagen –que había aparecido en la playa de La Enramada a comienzos de la conquista– hasta la iglesia de Santa Úrsula para protegerla de las incursiones de los piratas. Vecinos y vecinas de la época prometieron llevar la imagen en peregrinación cada año hasta su primera morada en el día de su fiesta. La tradición perduró y se convirtió en una promesa para pedir a la Virgen que los protegiera de plagas, enfermedades y hambrunas, tal y como se recoge en el Libro de Milagros de Nuestra Señora de la Encarnación, en el Archivo Parroquial de Santa Úrsula de Adeje.