Por David Lorenzo

En 1900 el imperio ruso termina de construir una serie de embarcaciones militares que debían convertirse en uno de los símbolos de la modernización del país. Ante una sociedad atrasada y propia del Antiguo Régimen y una industrialización muy limitada, se buscaba demostrar que Rusia era una potencia mundial.

Los astilleros de San Petersburgo se encargaron de tal hazaña. Fueron fabricados tres barcos, que se vendieron como producto 100% ruso. Pero no es oro todo lo que reluce. Todavía en esa época Rusia no contaba con las industrias necesarias para construir algunas cosas, como el blindaje de los barcos militares.

A pesar de haber sido 3 barcos los que formaron la conocida como clase Pallada, el Aurora fue el único que “pervivió” a los conflictos en los que participó. En la primera guerra en la que se estrenó fue la Guerra Ruso-Japonesa. El primer barco, el Pallada, acabó hundido y el Diana también acabó mal parado.

Durante años el Aurora se convirtió en uno de los barcos emblema de la marina rusa. Para 1906 cambia su función como nave de guerra. Empezó a usarse como buque-escuela de cadetes, siendo en este momento cuando el barco deja de participar en conflictos militares para formar a los nuevos marinos.

Pero esto no duró para siempre. En 1914 el Aurora entra en la Primera Guerra Mundial, ocupándose de defender los intereses rusos en el Báltico. Un año después el armamento de la embarcación es renovado para garantizar la utilidad de la nave. Sin embargo en 1916 sufrió importantes daños durante una batalla y fue trasladado a Petrogrado, donde se tenían que realizar reparaciones de importancia.

Que estuviese en fase de reparación hizo que poseyese un papel importante en las revoluciones, tanto la de febrero como la de octubre de 1917. La ciudad de Petrogrado se había convertido en ese momento en una en las que más movimiento revolucionario había en el país. Pronto el Aurora fue parte de la revolución. La mayoría de la tripulación del barco simpatizó con los bolcheviques.

Finalmente en octubre de 1917 el barco se negó a navegar, siguiendo el mandato del gobierno burgués que apareció tras la Revolución de febrero de ese mismo año. Esto supuso el comienzo de la revolución socialista en Rusia. Simbólicamente el disparo que dio el Aurora a las 9:45 de la tarde el 25 de octubre de 1917 es el desencadenante del asalto al Palacio de Invierto del zar Nicolás II.

Desde este momento el Aurora se convirtió en uno de los símbolos mas destacados de la revolución de octubre. Se entendía que el barco tuvo un papel destacado en la victoria del comunismo en Rusia y su extensión, después, a los países miembros de la Unión Soviética. Para protegerlo durante la II Guerra Mundial se atracó en el puerto de Oranienbaumport. Sin embargo, tras innumerables bombardeos en el puerto, fue hundido en 1941.

Tras 4 años hundido es reflotado en 1945 y reparado los siguientes 2 años. Tras esto el Aurora fue atracado en Leningrado (San Petersburgo) y se convirtió en un monumento a la Revolución de Octubre. Finalmente en 1957 pasa a ser un buque-museo y una de las principales atracciones turísticas de la ciudad de Leningrado-San Petersburgo.

Incluso hoy en día el Aurora sigue siendo un símbolo de la historia rusa. Durante la URSS en la distinción de la Orden de la Revolución de Octubre aparecía una imagen del buque, dejando claro el papel que tuvo en la victoria bolchevique en 1917.

Para saber más:

  • Pons Prades, Eduardo (1977) “El asalto del Palacio de Invierno”. En Tiempo de Historia