Por David Lorenzo

Actualmente estamos sufriendo un bombardeo continuo por los medios de comunicación con la aplicación del artículo 155 en Cataluña. Esta es la primera vez que se activa en España. ¿Pero sabias que en Canarias estuvo a punto de aplicarse en 1989?

Eran tiempos de cambio en España. Solo un año antes el país había entrado como miembro de (la todavía) Comunidad Económica Europea. Al fin se había conseguido que fuéramos comunitarios. La mayoría de la población estaba esperanzada de que, con ello, se lograse el desarrollo económico pleno. Fue la clara demostración de que España ya no era un país en vías de desarrollo o emergente, sino uno plenamente desarrollado.

Por eso es por lo que parece extraño que fuera, precisamente, tras la entrada en la Comunidad Europea que en Canarias se estuviese a punto de aplicar el artículo 155. El motivo no fue que el archipiélago pusiera sobre la mesa la independencia, sino más bien a su negación de realizar reformas fiscales que acababan con los privilegios que existían.

La verdad es que Canarias salía bastante mal parada con la entrada en la Comunidad Europea. Para empezar quedaba fuera de la Política Pesquera Común (perjudicando su pesca). Tampoco se permitió formar parte de la Unión Aduanera y Política Comercial Común (perjudicando al puertofranquismo y la entrada de barcos no comunitarios). Además el mercado canario tenía problemas para vender en el mercado común.

Pocas ventajas para la venta de productos canarios en el exterior y muchas para que los países europeos vendieran los suyos en las islas. La intención del gobierno central, liderado entonces por Felipe González, era que para 1989 se produjera un “desarme arancelario”. Es decir, que se rebajaran los aranceles a los países miembros de la Comunidad Europea.

La orden del gobierno era clara. Todas las Comunidades españolas debían haber cumplido con el desarme arancelario a países comunitarios antes del 1 de enero de 1989. Pero el gobierno canario no cumplió con la orden. Esto fue entendido por el gobierno nacional como una “desobediencia fiscal” que iba en contra del interés general. El gobierno canario, liderado por Lorenzo Olarte, aprovechó esta situación para exigir un mejor encaje de Canarias en la Comunidad Europea.

En esta situación al gobierno central no le tembló el pulso. Tanto el propio Felipe González, como algunos de sus ministros, amenazaron con aplicar el artículo 155 en Canarias. El encargado de hacer esta primera “amenaza” fue Josep Borrell. Como mínimo afirmaban que se iban a eliminar algunas competencias al gobierno canario en caso de que no se hiciera el desarme arancelario.

Ante la amenaza del artículo 155 Olarte cambió su estrategia. Del no rotundo al desarme arancelario pasó a una mesa de negociación. La hizo junto con su consejero de Hacienda, José Miguel González frente al Ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga y al Secretario de Estado de Hacienda Josep Borrell. Finalmente se llegó a un acuerdo

Finalmente el 155 no tuvo que ser aplicado. Pero sin duda el debate que hubo si que sirvió para que el gobierno español se diera cuenta de que era necesario un mayor encaje de Canarias en la Comunidad Europea. Para diciembre de 1989 comenzó a buscarse las medidas necesarias para que el archipiélago estuviese integrada plenamente en Europa. Las acciones que se hicieron con posterioridad fue considerar a las islas como una región ultraperiférica (RUP) en Europa.

Para saber más:

  • Lachica, Salvador (2014) “Artículo 155: de cuando Canarias pudo ser `suspendida´”. En eldiario.es