Por David Lorenzo

La historia está plagada de curiosidades. A veces uno puede quedarse impresionado por encontrarse en lugares muy remotos de influencia en España o en cualquier otro país. Esto sin duda es efecto de la posible conexión, ya fuera comercial o de conquista, entre ambos territorios. También llama la atención que, por ejemplo, dentro de Francia haya un territorio español.

Se trata de Llivia. Localizada al sur de Francia, en el departamento de los Pirineos Orientales. Esta apareció durante el Tratado de los Pirineos firmado en 1659. Con esta paz se puso fin a la guerra entre los imperios español y francés que hubo durante la Guerra de los Treinta Años.

Para poner fin al conflicto se enviaron dos signatarios o representantes de cada Imperio. Por el español fue Luis de Haro y por Francia el Cardenal Mazarino. La firma se realizó en la isla de los Faisanes, pequeño territorio en la frontera entre ambos Estados y que se consideraba neutral.

Desde la Edad Media (siglo IX) la zona de Llivia tiene un papel destacable en la comarca de Cerdanya (Cerdaya), territorio del reino de Catalunya (Aragón). Su peso hizo que en el siglo XVI fuese nombrada villa. Esto fue determinante para que la zona siguiera adherida al Imperio español tras la ocupación territorial por parte del francés de la zona.

Mientras se hicieron las negociaciones del Tratado de los Pirineos se llegó a la conclusión de que este territorio era un lugar con un titulo (el de villa) que hacía necesario que esta zona siguiera adherida al imperio español.

Con el tiempo también se tuvo que tratar otro problema, el acceso a la zona. Que el municipio de Llivia estuviese plenamente integrado en la nación francesa dificultaba como llegar a ella. La única forma, hasta la entrada de España en la Unión Europea, fue una estrecha vía que permitía llegar hasta Llivia.

Aunque Francia históricamente respetó la soberanía española sobre Llivia, se tardaron varias décadas en establecer las fronteras del municipio con Francia. No se logrará fijar las mismas hasta 1866, donde se marcaron los mojones que delimitaron el territorio exacto. Hoy en día este hermoso municipio del valle de los Pirineos cuenta con soberanía compartida entre dos provincias catalanas: Girona y Lleida.

Para saber más:

  • Casanovas Punti, Josep María (1965) “Llivia”. En Revista de Girona