Por David Lorenzo

Entre los instrumentos más utilizados por los pastores del mundo están las varas para ayudarse en sus desplazamientos. Sobre todo cuando se trata de ganaderos caprinos lo usan como apoyo para acceder subir montañas y otros lugares accidentados.

Canarias destaca por la creación de un método muy interesante y que se transmitió de generación en generación durante siglos: el salto del pastor. Simplemente consiste en una vara de gran altura y con la punta fortalecida, empleada para saltar desde zonas altas. Sus orígenes son claramente anteriores a la conquista.

Parece que dicho invento fue una adaptación más que necesaria a la orografía canaria. Aunque en las islas orientales no hay zonas tan montañosas en las occidentales la cosa es muy diferente. El salto del pastor permitía superar a los pastores accidentes geográficos que sin esta útil herramienta no podrían saltar.

Hay que destacar el diseño. Para empezar el bastón del salto del pastor se encuentra pulido. Esto no es por casualidad. Permite que una persona se pueda deslizar con facilidad por él. Una vez limpiada la corteza del árbol se lijaba (usando una roca porosa) para dejarlo lo más liso posible. Posteriormente se cree que empleaban grasa animal para hacerlo más resbaladizo. Esto les ayudaba a bajar usando el palo desde mucha altura.

También el diseño contaba con sistemas de seguridad. El palo se construía más ancho en la punta usada para apoyar el bastón y se iba haciendo más estrecho hasta el otro borde. Esto permitía que se pudiese frenar con más facilidad usando las manos y haciendo así más cómoda la caída. La punta del bastón era endurecida o bien calentándola o bien cubriéndolo con un objeto duro (sobre todo cuernos de animales).

Su diseño permite que el salto del pastor sea muy seguro. Gracias a que es fácil deslizarse por él se garantiza que el punto de gravedad este en el bastón. Esto garantiza que el pastor o el que lo use y que conozca la técnica solo tenga que ayudarse de sus manos para deslizarse hasta donde quiere saltar. Siempre es necesario tomar una postura que permite que la caída sea perfecta.

Encontramos tres tipos de lanzas que pueden ser empleadas en el salto del pastor. La lanza corta, que tiene un tamaño inferior a 2,5 metros, es muy útil para bajar laderas empinadas y resbaladizas. Son perfectas para usar incluso en los senderos. También cuentan con una lanza media, de entre 2,5 y 3,5 metros. Es la más empleada en la actualidad y es usada para saltar laderas de gran altura.

Además de estas dos lanzas anteriores se encuentra la de mayor tamaño. Perfecta para saltar desde grandes alturas y en lugares peligroso por terreno inestable o resbaladizo. El tamaño es el más largo, de entre 3,5 y 4 metros. Estas medidas son aproximadas, puesto que dependiendo de la isla estas pueden ser mayores o menores. Así en las menos montañosas (Lanzarote y Fuerteventura) las lanzas son más cortas, mientras que con las de más orografía (Gran Canaria, Tenerife, La Gomera, La Palma y El Hierro)  es mayor.

Para saber más:

  • Ramos Rodriguez, Tomás (2009) “El salto del pastor canario: orígenes”. En Revista de Estudios Generales de la isla de La Palma. Santa Cruz de La Palma: Sociedad de Estudios Generales de La Palma