Por Francisco Belín

Ilustración por David Ferrer

Idas y venidas en un trasiego magnífico de asimilación de la alta culinaria: Martín Berasategui, Pepe García Rey, el Celler de Can Roca… Al flamante vencedor en el XIII Campeonato Regional Absoluto de Cocineros de Canarias ya se le veía venir desde su infancia, y es que el chef nacido en Las Palmas ya se pedía entonces ayudar a la abuela o preparar platillos a los amigos. Luego, la lectura con fruición de libros de cocina como hobby y los stages desembocaron en una vocación inquebrantable.

De la rigurosidad de trabajar con Berasategui a la inteligencia de Erlantz Gorostiza  o sumergirse en el concepto divertido de los hermanos Roca, este jefe de cocina en el Hotel Abama defiende que, aparte de actitud y aptitud, “en esto de la cocina hay que echarle ganas para no dejar nunca de acopiar conocimientos y aprender lo máximo en todos lados”.

BinterNT-Chef.Julio copia

Formado en Hecansa-Hotel Escuela de Santa Brígida, José Luis Espino considera que de “pasar por… a estar en…” el MB, El Bohío, Celler de Can Roca o el Hotel Artz tiene que mediar la autoconvicción de que “cuando se recala en estos templos gastronómicos, a buen seguro la experiencia valdrá más para uno que para esos grandes cocineros, que en realidad te necesitan”.

El autor de morena frita, callos marinos, caviar de pobres, cremoso de papa negra y pan crujiente de millo, obligatorio y libre con el que se llevó el campeonato celebrado en el IV Salón Gastrocanarias junto a su ayudante Ernesto Erkoreka, sostiene que Canarias despegará aún más por el potencial existente, pero es tajante al respecto: “en este oficio hay que trabajar muy fuerte porque el postureo lleva al fracaso más estrepitoso”.