Por David Lorenzo

Alexander Von Humboldt fue uno de los más importantes científicos del siglo XIX. Su trabajo hace que hoy sea considerado el padre de la geografía moderna. Pero no solo trabajó en este campo. También fue humanista, astrónomo, naturalista… Es el típico científico europeo de la primera mitad de ese siglo.

Sus viaje a América hizo que escribiera una gran cantidad de obras. Humboldt era un metódico científico. En estos libros fue analizando tanto la historia como la geografía en el Nuevo Mundo. Dentro de estos trabajos destaca sobre todo el de “Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente”.

Su experiencia geológica quedó reflejada claramente en su obra cumbre: Cosmos. En ella describe el mundo tal y como lo había estudiado durante décadas. Este libro sirvió para recopilar años de investigaciones, conferencias y reflexiones que no había expresado antes.

Humboldt, durante su viaje a las colonias españolas en América a finales del siglo XVIII, hizo escala en Tenerife. Su visita fue muy corta. Su estancia solo fue de siete días en Tenerife. Sin embargo sí que fue suficiente para que conociera algo sobre la geología canaria y que incluso llegase a subir al Teide.

La visita al volcán tinerfeño era de su máximo interés. Ésta era un interesantísimo volcán dentro del todavía vastísimo imperio español. Con la visita al Teide Humboldt intentaba saber el origen de los volcanes y como éstos se creaban. Esto le permitió hacerse una idea sobre ellos antes de llegar a América.

El científico alemán reflejó en sus obras su visita a Canarias. En sus diarios presenta, de forma muy metódica, qué es exactamente lo que estaba viendo. Describe tanto el Pico del Teide, su composición, como el espacio que observaba desde lo alto de la isla.

Pero Humboldt no solo nombra su visita a Tenerife durante los días que visitó la isla. También reflexionó sobre las plantas que crecían en Canarias en general y en Tenerife en Particular. Esto le llevó a publicar en 1817 su trabajo llamado “Geografía de las plantas de Tenerife”.

Fue nombrando a Tenerife en posteriores obras también como comparación en muchos casos. Que el nombre de Humboldt fuera cada vez más reconocido como uno de los científicos más célebres del siglo XIX hizo que muchos conocieran de la existencia de las islas en ese momento. A causa de su notoriedad otros grandes investigadores del XIX, como es el caso de Charles Darwin, quisieran conocer la isla. Pero en este último caso no pudo ser.

Para saber más:

  • Bourguet, Marie-Noëlle (2003) “El mundo visto desde lo alto del Teide: Alexander von Humboldt en Tenerife”. En Symposium Ciencia y Romanticismo. La Orotava: Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia
  • Prüfer Leske, Irene (2012) “El viaje científico canario-americano (1799-1804) de Alexander von Humboldt. Diarios y relaciones epistolares y su recepción en la literatura del siglo XXI”. En XX Coloquio de Historia Canario-americano. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria