Por José Félix Hernández

La durabilidad de nuestro vehículo guarda una relación directa y proporcional a los cuidados y mantenimiento que realicemos del mismo. Las visitas periódicas a nuestro taller, la utilización de recambios originales y productos de calidad, unidos a un uso correcto del coche, alargarán la vida de nuestro medio  de transporte y, lo más importante, nos evitará sustos y desagradables sorpresas que, por lo general, siempre suponen un buen desembolso de dinero.

Siguiendo estos simples consejos podrás ahorrarte problemas y alargar la vida de tu coche.

  1. No apurar el depósito de combustible hasta llegar a la reserva; este hábito es más usual de lo recomendable y en pocas ocasiones lo realizamos de forma justificada. Cuando lo hacemos, los sedimentos del fondo del depósito pueden atascar o deteriorar algunos elementos del motor: inyectores, bomba de gasolina, etc.
  2. Cambiar el aceite de la caja de cambios y del motor; primordial para un óptimo funcionamiento del vehículo es efectuar los cambios de aceite y filtros correspondientes tanto de la caja como del motor a su debido tiempo y siguiendo las indicaciones del fabricante. De esta forma proporcionamos una lubricación óptima, logrando mantener el motor en buenas condiciones de uso y facilitando unos buenos consumos.
  3. Revisar la presión de los neumáticos: mantener el nivel adecuado de inflado no sólo incidirá en una mayor durabilidad del neumático, sino en una conducción más segura y un menor consumo de combustible. Por eso se aconseja revisarla al menos una vez al mes.speed-1249610_960_720
  4. Vaciar el maletero de elementos que no utilicemos; no son pocas las ocasiones en las que utilizamos el maletero como cuarto trastero. Cualquier carga extra de peso conlleva mayor esfuerzo del motor para mover el vehículo, y un mayor consumo. Según la EPA (Environmental Protection Agency) 45 Kg de más suponen un 2 % más de consumo aproximadamente.
  5. Conducir a una velocidad adecuada; evitar los acelerones y altas velocidades no sólo reduce significativamente el consumo de combustible (un 33% menos aprox.), sino también el desgaste de muchos de los componentes de nuestro vehículo, como los neumáticos, pastillas de freno, etc.
  6. Lavar el coche con frecuencia; lavar el coche para mantenerlo limpio y reluciente está muy bien, pero debes saber que la acumulación de suciedad es uno de los principales motivos de corrosión. Por esta razón, es importante eliminar la suciedad de las zonas difíciles (esquinas, aletas, puertas,…), y efectuar un adecuado secado, para evitar la aparición de óxido en la carrocería, y en otros elementos del vehículo, como cerraduras o anclajes.

Si hacemos uso de estos simples consejos disfrutaremos mucho más tiempo de nuestro vehículo. Y recuerda siempre, conducción eficiente y responsable.