Por Aarón Rodríguez

Fotografías por José Chiyah Álvarez

Al sureste de la Isla de los Volcanes, entre la costa del Rubicón y las estribaciones que rodean el pueblo de Yaiza, se encuentra el Monumento Natural de los Ajaches, un macizo volcánico que muestra, como el de Famara, la Lanzarote más antigua surgida desde las profundidades del Atlántico en el período Mioceno. Aquí tiene lugar nuestra ruta de este mes, en medio de un paisaje dominado por los barrancos, los suaves lomos y los cerros de formas redondeadas, conformado tras millones de años de acción pertinaz del agua de la lluvia y el mar, que, en ausencia de erupciones volcánicas, han desmantelado, poco a poco, un antiguo volcán en escudo.

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Iniciamos el recorrido en el coqueto pueblecito de Femés, junto a la sede de la parroquia más antigua de Canarias, San Marcial de Rubicón. Fundada en 1404 por Jean de Bethencourt, la actual ermita data del siglo XVII. Aquí, al pie de la emblemática atalaya de Femés, comenzaremos a andar en dirección sureste, siguiendo las marcas del sendero de pequeño recorrido PR-LZ-11. Nuestra ruta asciende con suavidad hasta la cota más elevada del recorrido, el Lomo del Pico del Aceitunal, y puerta de entrada al Barranco del Higueral, el más destacado del macizo. En el descenso a través del mismo, transitaremos entre rocas de más de diez millones de años de antigüedad y vegetación propia de los ámbitos secos y áridos, con abundantes restos de cultivos y, aún hoy en día, cabras, que nos hablan con elocuencia del tradicional uso agrícola y ganadero al cual ha sido destinado el valle. Los antiguos bancales, las tuneras o la presencia de pozos nos indican que el aprovechamiento de este desolado paraje fue, en el pasado, mucho más intenso que en la actualidad. Al cabo de poco más de cuatro kilómetros de recorrido, alcanzamos la desembocadura del barranco en la pequeña playa del Pozo, en la bahía de Ávila.

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Tras disfrutar de la tranquilidad de este delicioso lugar, iniciamos el bellísimo recorrido litoral. Ascendiendo y descendiendo pequeños lomos y barrancos labrados sobre los acantilados, disfrutaremos de una amplia panorámica que abarca desde Los Ajaches hasta el núcleo turístico de Playa del Carmen, al norte, y las montañas que salpican el interior de la isla, al oeste. Acompañados por las olas y el vuelo de los parapentes, que, debido a las habituales condiciones del viento, tienen en este lugar uno de sus emplazamientos predilectos, alcanzaremos el final del recorrido en el núcleo de Playa Quemada con su encantador paseo con establecimientos apropiados para la degustación del excelente pescado local. Sin duda, un broche de oro para una jornada de senderismo por la Lanzarote menos conocida.