María Rita

Visitar una ciudad extranjera no es lo mismo que vivir en ella durante un tiempo. Sin embargo, uno puede decidir implicarse en mayor o menor medida cuando se da un salto express a alguno de estos lugares. Sumergirse de lleno en la nueva cultura y tratar de mimetizarse con los hábitos y costumbres de sus habitantes tiene ciertas ventajas debido a que permite al viajero ir más allá de la superficialidad de lo turístico.

Motivado en parte por la crisis económica y como resultado a una búsqueda creativa de soluciones han ido surgiendo una serie de iniciativas que contribuyen al mismo tiempo a que la experiencia del viajero sea aún más real y completa.

Bla bla car es una empresa de origen francés que facilita a personas que quieren viajar a un mismo lugar reducir gastos de gasolina y tasas compartiendo vehículo. De manera secundaria contribuye a reducir la contaminación producida por los gases emitidos por el coche. Lleva en España desde 2010 y su propio nombre ya sugiere el énfasis que la empresa hace en el componente de socialización y conversación que florece durante los trayectos.

CouchSurfing es una empresa estadounidense que ofrece a los usuarios intercambio de hospitalidad y servicio de redes sociales. Como su propio nombre indica, propone a los viajeros “surfear” el sofá del anfitrión que los aloja en su casa cuando viajan. Estos, por su parte, pueden organizar actividades y compartir experiencias con los viajeros que les visitan, aunque no todos están dispuestos a ello. De esta forma es fácil que se creen lazos entre visitante y anfitrión y que, desde entonces, estos se conviertan en una buena excusa para visitar la ciudad de uno y otro. No obstante, esta forma económica de alojarse no está hecha para todo el mundo, pues hay que tener en cuenta que la intimidad y la comodidad de un sofá son limitadas.

AirBnB, cuyo nombre completo es airbed and breakfast (colchón inflable y desayuno), es una plataforma que fue creada en 2008 y que ofrece a los usuarios la posibilidad de publicar, descubrir y reservar viviendas privadas en la ciudad en la que viaja. Invita al turista a hospedarse en la casa de un habitante del lugar que visita, a veces compartiendo espacios -baño, cocina y salón- con este y observar así de primera mano las costumbres que se tienen en el destino al que se viaja.

Bicing permite a aquellos que visitan o viven en Barcelona disponer de una bicicleta de alquiler en múltiples puntos de la ciudad. La empresa ofrece una amplia flota de bicicletas estratégicamente distribuida por toda la urbe y que son compartidas por todos los usuarios. Esta característica ofrece libertad de movimiento a la persona y una manera alternativa de conocer y ubicarse en el espacio. Al mismo tiempo supone un ahorro de preocupaciones y disgustos en caso de robos. Al igual que Barcelona, otras ciudades de España, como Sevilla (Sevici), también dispone de bicicletas de alquiler.

Un Coworking, es un espacio de trabajo colaborativo donde trabajadores independientes y emprendedores de diferentes sectores comparten mesa para desarrollar sus proyectos profesionales. Si visitas una ciudad durante un tiempo, pero no puedes dejar aparcadas tus tareas laborales considéralo como una buena forma de sentirte acompañado mientras trabajas, al tiempo que haces nuevas relaciones con las que después salir a explorar la ciudad.

Geokeda y Meetup son dos redes sociales en las que el usuario puede determinar sus intereses y buscar actividades sociales, culturales, deportivas, educativas, etc. Que se ajusten a los mismos. Son una excelente herramienta para estar al tanto de los eventos que tienen lugar en la ciudad que se visita y una oportunidad para conocer a gente interesante.

Actualmente, este tipo de aplicaciones basadas en el valor de la colaboración están en pleno auge. Las empresas que he nombrado son solo algunas de las opciones que el viajero tiene para conocer la ciudad que visita desde una perspectiva menos de “turista” y más de “ciudadano” y vivir en consecuencia una experiencia mucho más rica de la misma.