Por Sixto Javier Pérez

Cuanto menos sepas de la película, mejor así que si estás pensando ir a verla no busques imágenes, no leas sinopsis y menos ninguna valoración, si sigues mis consejos vivirás una experiencia desgarradora. Lo único que debes saber es que se trata de una película diferente donde terror, drama y thriller se unen para ofrecernos un resultado no apto para todos los estómagos. Por ello, estas a tiempo de no seguir leyendo mi crítica….

En muchas ocasiones, por puro márketing, ciertas leyendas rodean a películas de terror. Que si la gente sale corriendo de las salas de cine, que si después de verla experimentas fenómenos paranormales, que si vomitan…. Pero siempre hay alguna en la que estos mitos se cumplen, y en esta ocasión le toca a Crudo (Raw), que durante su proyección en el Festival de Toronto provocó varios desmayos. Cuando leo este tipo de noticias, como siempre, voy a ver dichas películas con cierta desconfianza, pero esta vez tengo que reconocer que sí, que me creo lo de los desmayos.

La historia se centra en Justine, una joven de 16 años, vive en una familia donde todos son veterinarios y vegetarianos. Es una estudiante brillante y prometedora, pero al ingresar en la facultad de veterinaria descubre un mundo decadente, despiadado y peligrosamente seductor. Durante la primera semana, obsesionada por encajar con sus compañeros de clase, se aleja de los principios que le han inculcado su familia, y come carne cruda por primera vez. Las consecuencias no tardan en llegar, y la joven empezará a desvelar su verdadera naturaleza.

Mi experiencia con esta película ha sido muy desagradable, y puedo decir que también lo ha sido para la mayoría de las personas que estaban en la misma sala. Sin duda su directora francesa, Julia Ducournau, ha conseguido su objetivo: hacernos sufrir. Si no que le pregunten a la gente que fue abandonando la sala en la que vi el film, acompañado de comentarios del tipo “No pensé que fuera tan asquerosa”, “voy a vomitar”, “No puedo mirar a la pantalla” “Esto no terror”…

Quiero dejar claro que la peli no es puramente gore, tiene un par de escenas que sí lo son, pero son suficientes para que lo pasara realmente mal.  La forma tan natural que tiene la directora de narrar esta historia tan cruda y desagradable me dejó de piedra ya que consiguió incluso que todo pareciera real, lo que hace aún más difícil su visionado. En mi caso, en más de una ocasión, tuve que retirar la vista de la pantalla ya que se me hacía muy duro mirar fijamente esas escenas en las que la sangre y el canibalismo eran los grandes protagonistas.

Me sorprende muchísimo que esta sea la primera película de la directora y encima no solo dirige, sino que también se encarga del guion, creando una obra que va más allá del terror, gracias al buen ritmo narrativo y esos espectaculares primeros planos que junto con la fotografía y la banda sonora consiguen que la historia cobre fuerza, llegando a ser verdaderamente cruda. Dicho guion es original reservándose un par de giros para el final, logrando no caer en el aburrimiento. ¡El final es IMPRESIONANTE!

En cuanto a las interpretaciones decir que son excelentes, gracias, sobre todo la espectacular puesta en escena de Garance Marillier en el papel de Justine, la joven protagonista del film. Ella es el pilar principal de la película consiguiendo que me creyera totalmente a esa adolescente que intenta madurar, reflejando perfectamente su despertar a la edad adulta y sexual. Esta chica dará mucho de qué hablar pues les prometo que es alucinante cómo se mete en el papel. Tampoco me puedo olvidar de Ella Rumpf que interpreta a su desinhibida y desatada hermana Alexia. Entre ambas hay una conexión que traspasa la pantalla.

En definitiva, nos encontramos ante una película retorcida, inquietante y malévola que no dejará indiferente a nadie y que seguramente pase a la categoría de cine de culto. Una obra maestra del cine de terror moderno que no te puedes perder.

NOTA: 5 de 5

LO MEJOR: guion, interpretaciones, fotografía, banda sonora y las escenas gore.

LO PEOR: ir a ver la película después de cenar.