Con un relieve lleno de contrastes, Canarias ofrece enormes posibilidades para la escalada y para que los escaladores de todos los niveles tengan la opción de practicar cualquier disciplina. Debido a su origen volcánico, por todas las Islas pueden encontrarse unos tipos de terreno y de roca muy diferentes. Anaga (Tenerife), Tamadaba (Gran Canaria), Roque Cano (La Gomera), Las Peñitas (Fuerteventura) o Barranco del Agua (La Palma) son algunos ejemplos de lugares ideales para escalar que combinan dificultad y belleza.
Aunque a primera vista pueda parecer un deporte solo para especialistas, la escalada es accesible para cualquier persona. Es un ejercicio innato que aúna esfuerzo físico y mental. Los diversos movimientos con las manos y los pies en la pared requieren un alto grado de concentración y atención, circunstancia que se traslada al quehacer diario. Se suele decir que la escalada puede ayudar a mejorar la autoevaluación y a identificar y ampliar los límites personales. Para los especialistas la escalada es una experiencia que reporta muchos sentimientos positivos como el orgullo, la superación y la satisfacción. Generalmente, también sube la autoestima y la confianza en uno mismo y por ello hay cada vez más escuelas que ofrecen este deporte a niños y jóvenes. La Federación Canaria de Montañismo intenta fomentar la escalada entre los más jóvenes y la cantera viene pisando fuerte, alcanzando buenos resultados a nivel nacional.
La belleza del paisaje canario se complementa a la perfección con un deporte que está muy ligado a la naturaleza. Descubrir las montañas y barrancos de Anaga o adentrarse en Tamadaba son experiencias difíciles de olvidar. El turismo rural va en aumento y la escalada supone una alternativa perfecta para descubrir nuevos lugares y nuevas rutas. Canarias ofrece las alternativas ideales, en cada una de sus islas, para disfrutar de este deporte.
En la escalada, la dificultad de una vía se marca por la combinación de varios factores: la inclinación de la pared, el tamaño y forma de los agarres, la distancia entre ellos, los puntos de reposo y el número total de movimientos. Otro aspecto a tener en cuenta es la seguridad. Se debe disponer de lo necesario para la práctica de un deporte que, cumpliendo con todas sus normas, es un disfrute para todos.