Por David Lorenzo

Miguel Ángel fue uno de los mayores artistas de todos los tiempos. Él principalmente se consideraba escultor (dejándonos obras de la talla del David). Pero también fue un estupendo pintor (Capilla Sixtina) y arquitecto (Cúpula de San Pedro del Vaticano).

A diferencia de otros grandes artistas (como Van Gogh) no solo fue famoso tras su muerte. Ya en vida era reconocido en todos los territorios dentro y fuera de la Península Itálica. Su obra se convirtió rápidamente en referencia del renacimiento (manierismo). Una de las mayores curiosidades fue el robo del cuerpo de Miguel Ángel.

Nació en Caprese, pero se crió principalmente en Florencia. Es precisamente en Florencia donde comenzó a demostrar sus habilidades artísticas, sobre todo en la escultura. Uno de sus principales mecenas va a ser Lorenzo el Magnífico. Sin embargo cuando éste fallece en 1492 decide abandonar Florencia y visitar otros reinos en Italia, como Venecia y Bolonia.

Sin embargo el destino lo llevó a Roma en 1496. Ya en esta etapa la capital del Papado era la principal ciudad del Renacimiento. Aunque en un comienzo no logró contar con el apoyo de los Papas, poco a poco, va a ir adquiriendo más y más importancia. Es en este momento en el que empieza a nacer la leyenda. Sus trabajos en Roma fue lo que lo convirtió en un popular artista a nivel global.

Afortunadamente falleció a una avanzada edad. Lo suficientemente mayor como para poder realizar una gran cantidad de los trabajos para los que lo habían contratado. Su muerte sucede en 1564 en Roma, a la edad de 88 años. Una de sus últimas voluntades fue ser enterrado en Florencia, donde se había criado.

El encargado de cumplir el último deseo de Miguel Ángel debía ser su sobrino Leonardo. Sin embargo, no se sabe por qué no se respetó su última voluntad. Finalmente sus restos fueron enterrados en la iglesia de los Santos Apóstoles en la ciudad de Roma. La oligarquía florentina no aceptó esto. De manera que se decidió realizar el robo del cuerpo de Miguel Ángel, para que fuera enterrado en Florencia.

Una vez se completó el robo del cuerpo de Miguel Ángel fue llevado a Florencia. Ahí se le hizo un funeral público digno de un alto cargo político.  Fue sepultado en un lugar destacado, en la iglesia de Santa Croce. Del diseño de su cripta se encargo el artista Giorgio Vasari, ayudado por algunos de los grandes escultores florentinos. Todo era poco para sepultar los restos del mayor artista que dio Florencia. Allí comparte hoy sepultura con otros grandes personajes como son Dante, Galileo y Maquiavelo.

Para saber mas:

  • Condivi, Ascanio (2007) Vida de Miguel Ángel Buonarroti. Madrid: Akal
  • Crispino, Enrica (2003) Miguel Ángel. Florencia: Giunti