Por David Lorenzo

La Guerra de las Galaxias (Stars Wars) además de ser una saga de éxito fue algo más que esto. También se conoce con este nombre a  la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI en sus siglas en inglés). Lo más impresionante es que el proyecto era más de ciencia ficción de lo que parece.

Como si de una película futurista se tratase el gobierno de Reagan propuso a la URRS una idea que incluso hoy resultaría una locura. La intención era crear un cinturón de satélites localizado sobre los principales silos nucleares que incluyeran rayos láser. Estos láseres servían para, en caso de ataque nuclear, neutralizar los misiles y también para destruir otros objetivos desde el espacio.

El proyecto fue presentado a Reagan en 1982 y desde el comienzo lo convirtió en uno de los principales proyectos de su gobierno. La intención era que Estados Unidos lograra cierta ventaja militar frente a los soviéticos. Además se los ponía en evidencia a nivel internacional. No hay que olvidar que la Guerra Fría no solo suponía tensión ante un conflicto internacional (nuclear). Era la lucha entre dos sistemas sociales, políticos y económicos distintos que se presentaban como los mejores. Así que también existía una guerra tecnológica y científica.

La Iniciativa de Defensa Estratégica fue rápidamente desacreditada por los opositores a Reagan y del partido Republicano. También otros se mostraban recelosos de creer en un proyecto tan ambicioso y raro. Las burlas no se hicieron esperar. Aprovechando que para mayo de 1983 se estrenaba la última película de la primera trilogía de Star Wars (Episodio VI: El Retorno del Jedi) se relacionó el proyecto con los films.

Si la idea parecía loca el presupuesto también. Se calculaba que superaría el billón de dólares su realización. A pesar de ello el gobierno de Reagan lo apoyaban plenamente. Parecía que el presupuesto no iba a ser el problema.

Como bien sabemos el proyecto nunca llegó a realizarse. Sin embargo sí es cierto que se produjo una curiosa paradoja. Por muy extravagante y disparatado que fuera el votante americano lo apoyó. Así lo demuestra la victoria de Reagan en las elecciones en 1984.

Por otro lado, la Guerra de las Galaxias puso en evidencia internacionalmente la debilidad de la URSS en sus últimos años. Fue la primera vez en la que los soviéticos aceptaron que no podían invertir tanto dinero en un proyecto. Esto hizo que internacionalmente se vieran como los perdedores de la carrera tecnológica que había existido durante más de 50 años.

Poco después la URSS desapareció. Decir que fue por culpa de este proyecto sería absurdo pero con toda probabilidad sí que afectó a la moral del bloque comunista.

Para saber más:

  • Chalfont, Alun (1988) La guerra de las galaxias. Barcelona: Editorial Reverté
  • Rodríguez Hernández, Leyde Ernesto (2011) La defensa antimisil de los Estados Unidos. Saint Denís: Publibook