Por Pablo Pérez Sosa

La cerveza. De alta y de baja fermentación, de fermentación espontánea, de trigo, cervezas ahumadas e incluso cervezas de mantequilla (para los entendidos). Existe un innumerables tipos, así como un sinfín de cerveceros que buscan probar distintas variedades, o que por el contrario son más fieles a un estilo determinado. La cerveza lleva incontables décadas entre nosotros, muchas teorías incluso afirman que nació en oriente medio hace más de 7.500 años. Una bebida que además de satisfacer nuestros paladares ha llegado a salvar a naciones enteras, quizás esto último suene un tanto inverosímil pero es que en la Segunda Guerra Mundial, fue la cerveza Guiness la que consiguió que el primer ministro irlandés consiguiera librar al país del ahogo económico que estaba sufriendo después de haberse declarado como neutrales en el conflicto bélico.

Sea como sea la historia ha hecho que la cerveza llegue a nosotros y creo coincidir con muchos cuando digo que deberíamos dar gracias. Como mil anécdotas y hechos hay al respecto, mil maneras hay de disfrutarla, ya sea acompañado, en solitario, en una terraza o al cobijo de una buen bar, existen diversas maneras y cada una tiene su encanto, pero personalmente me quedo con uno, sentado en una mesa al aire libre, disfrutando de buena música, acompañado de amigos y saboreando exquisita comida. Los eventos, como la cerveza, mejoran en base a la calidad de sus ingredientes y en este caso la Fiesta de La Cerveza de Heineken que se llevó a cabo durante el pasado fin de semana en Santa Cruz de Tenerife cumplió e incluso superó expectativas.

Mesas

El Beer Festival se celebró en plena plaza de la Alameda. El evento patrocinado por Heineken se llevó a cabo en una extensión de más de 2.000 metros cuadrados donde además de una amplia variedad de cervezas, el emplazamiento contaba con foodtracks y carpas con una amplia variedad de comida. A su vez y como acompañamiento a la comida y bebida otro punto fuerte fue la música en vivo, varios artistas, grupos y DJ’s amenizaron sendos días de festival.

Foodtrack

Sin duda alguna el ambiente vivido y la atmósfera que se respiraba eran excepcionales, una experiencia que nunca mejor dicho, dejó muy buen sabor de boca con el que la marca junto con los organizadores y encargados, sin lugar a dudas se han superado.

 

 

 

 

Fotografías: Gabriel Hernández Rico