Por Esther Mendoza

Las escritoras han logrado quitarse una etiqueta inmerecida que han portado a lo largo de la historia de la literatura. Hoy en día, las féminas arrasan en los premios literarios. Nuestra entrevistada lo tuvo algo más fácil. La poetisa tinerfeña Cecilia Domínguez Luis, ha sido galardonada con el Premio Canarias de Literatura 2015. Licenciada en Filología Hispánica y autora de dieciséis libros de poemas, una novela y cuatro libros de cuentos, es además, integrante de la Academia Canaria de La Lengua.

En las distancias cortas he de decirles que gana mucho. Una mujer cercana, afable, cariñosa y con un gran sentido del humor. Me llamó la atención la claridad con la que habla, debe ser que los años otorgan ese registro como un preciado tesoro donde el adorno de las palabras recobra otro protagonismo cuando una se siente cómoda, en confianza y sin el palio que condiciona con un “debemos ser”,  eso, lo deja para sus textos. Y, aún y con todo, tampoco lo tengo claro, mujer transparente y sin freno a la hora de expresarse.

Cecilia Domínguez Luis, me recuerda a una guerrera de las letras que desenfunda su teoría para sentar cátedra sobre el valor que le da a la insularidad y a cada una de las historias que narra entre poemas, novelas y cuentos.

Les invito a que lean la transparencia y sencillez con que esta mujer nos cuenta su gran pasión por las letras.

13 - 1 - 10 , cultura , entrevista cecilia dominguez luis , escritora
Entrevista Cecilia Dominguez Luis , escritora

¿Qué se siente al recibir un reconocimiento de tal magnitud como es el Premio de Literatura de Canarias 2015?

En principio una sorpresa, no me lo esperaba. Un premio de esa categoría te lleva a que tu voz ya no es como otras voces y, a partir de ahí, tienes que hablar con claridad y realidad que muchos no van a compartir.

¿Cómo se dio cuenta que era buena para escribir?

Cuando tenía seis años. En casa, mi abuela recitaba muchos romances y a mí se me quedaban de memoria. La musiquita de los versos siempre me acompañaba, y, eso, me llevó a construir mis primeros poemas.  

Cecilia, ¿la poesía es hija de la inspiración o del trabajo?

De las dos cosas. Tenemos que descubrir cuál es la habilidad que uno posee y una vez que descubres esa facilidad para ciertas cosas, trabajar sobre ello. En el caso del escritor o poeta, la lectura es básica, el leguaje es primordial para que la idea o inspiración tome forma.

¿La insularidad define su postura a la hora de escribir? ¿Consideras que siguen estando los escritores canarios en desventajas frente a otros autores?

Yo me reconozco de la tierra e intento que esa insularidad sea universal. Un escritor canario debe proyectarse y hacer universal su obra.

La barrera la ponemos los mismos canarios. Si el canario no se valora los de fuera no lo van hacer. Hay gente que ha podido salir y lo consideran más que en su propia tierra.

¿Se vuelcan en los escritos nuestras pasiones y elecciones?

Eso depende, hay gente que camufla muy bien sus emociones. Y entonces te pregunta hasta qué punto esa literatura llega. Uno debe dejar salir algo suyo en los textos. Si quieres llegar al público tienes que ser primero sincero contigo mismo. Cuando escribo sobre un personaje, soy ese personaje. Es la forma de experimentar esas pasiones y elecciones y además transmitir.

¿La tarea de escritor es interminable?

Así es, ¡nunca se acaba! Cada cosa que escribo es un reto. El escritor tiene que arriesgar, te salga mejor o peor, hacer algo nuevo porque si no, como escritora me aburro. Cuando escribo cosas que me parecen similares, las rompo y vuelvo a intentarlo.

¿Cuál es ese libro con el que más ha disfrutado escribiendo?

Con Mientras maduran las naranjas. Está basado en la Guerra Civil española visto en Canarias por una niña. Esa niña de ocho años era mi tía y su hermana, mi madre. Una historia que de pequeña ya me contaba mi abuela.

¿Leen poco los jóvenes?

Si, leen poco porque ahora mismo tenemos muchas competencias. Tenemos competencia con los WhatsApp y todo este tipo de cosas que despistan a los chicos. Hay una labor importante en los institutos. Una labor primordial es olvidarse de las lecturas obligatorias. Una lectura obligatoria hace que el niño se lea el libro para aprobar, pero después, le va a coger tirria a la lectura precisamente porque es obligada.

Háblenos de la labor de difusión de la literatura en los Institutos de las Islas.

Somos consciente de lo poco que saben los jóvenes sobre literatura canaria. Esta asignatura curiosamente se estudia en la Universidad como optativa. ¿Eso qué significa? que el estudiante quiera investigar por su cuenta, sea o no su elección.

Hace un tiempo llegué a un Instituto, cuando fue a presentarme el profesor, tuvo un lapsus, no sabía mi nombre. Preguntó a alguien cómo me llamaba y me dijo textualmente: “creo que eres escritora, ¿verdad…?”

Sonreí y dije: “hombre… si me dieron el Premio Canarias de Literatura seria por algo”

¿Qué consejo daría a esos poetas que están empezando?

Primero que lean porque es fundamental. Recuerdo que Rafael Arozarena decía que para escribir había que tener tres osos. El primer oso era ser curioso, que todas las cosas te llamaran la atención, el segundo, ser mentiroso y desarrollar la capacidad de fabulación, la facultad de imaginar para escribir y el tercer oso, era ser canoso. No se refería a los años, sino al tiempo de las lecturas y la investigación del lenguaje para hacer un buen trabajo.

¿Qué es la poesía para usted?

Es una investigación sobre la persona que escribe, sobre los sentimientos y todo aquello que le rodea.

Cecilia, ¿Qué mensaje darías a nuestros lectores?

Que leer, es la mejor manera de viajar.