Por Cayetano Sánchez

A fuerza de utilizarla, tal vez la palabra estrés ha perdido el significado de gravedad que encierra; que no es otro que el de un malestar que provoca diversos trastornos físicos y mentales. Esta enfermedad, propia de los países desarrollados, afecta a nuestra calidad de vida y también puede ser el origen del deterioro de zonas tan sensibles como la boca. Estos consejos puedes ser una pequeña ayuda para evitarlo pero, principalmente, para poner remedio.

¿Quién no ha sentido la boca seca en momentos de tensión o se ha levantado con dolor en la mandíbula después de una mala noche? Lamentablemente, pocos se han librado de unos síntomas que tal vez no sabemos interpretar, o que achacamos a causas indeterminadas. Problemas más complejos aparte, en muchas ocasiones se debe al estrés, un malestar del que nuestro organismo no se escapa y que se manifiesta en las zonas más insospechadas: boca incluida. Si la lucha personal contra el estrés, en general, es una tarea difícil- por cuestiones personales, laborales, sociales o económicas- al menos, en lo que a la boca respecta, sí se puede poner remedio, con algo de voluntad y paciencia, mucha paciencia… Se trata, en definitiva, de mejorar la calidad de vida y de que todo se complique menos, pues también el estrés puede ser la causa de la formación de caries o esos incómodos herpes se siempre se repiten en los momentos de tensión.

La doctora  Elena Adalia, de la Clínica Dental Adalia aconseja, como primer paso, este conciso consejo: “Hay formas de evitar el estrés antes de dormir, desde técnicas complejas, a otras más sencillas como quitar la televisión de la habitación. En esta línea básica apunta también por: “Eliminar bebidas excitantes como el café, dormir boca abajo o practicar algún deporte ayuda. En definitiva, todo lo que contribuya a la relajación”. Otro problema añadido, según la doctora es que: “Cuando aparece el estrés, muchas personas incurren en hábitos poco saludables que agravan la situación, como el uso del tabaco y el alcohol que causan problemas como boca seca, bruxismo, o enfermedades periodontales.

SEQUEDAD EN LA BOCA

Esa desagradable sensación de tener la boca seca, que no se combate ni con la ingesta desproporcionada de agua, es uno de los síntomas más visibles de estrés. Esto sucede porque la tensión hace que el sistema de defensas se debilita y produce una disminución de la producción de saliva. La causa es que los nervios que actúan sobre dicha zona contraen los vasos de las glándulas salivares, disminuyendo su riego a estas y por tanto su producción de saliva, que se hace más mucosa y espesa. Incluso muchos medicamentos que se utilizan para aliviar la tensión- antisiolíticos, principalmente- causan esa sequedad. Debido a la disminución de flujo salival los ácidos aumentan, lo que conlleva un ataque al esmalte de los dientes; la capa natural que los protege. De ahí a la aparición de caries, solo hay un paso.

RECHINAR DE DIENTES

¿Aprieta  los dientes, o los hace rechinar sin darse cuenta, especialmente durante la noche? Si esto sucede, es muy probable que padezca lo que se llama bruxismo, una de las consecuencias más perjudiciales del estrés y la ansiedad en la boca. El motivo no es otro que una presión constante sobre los dientes que hace que se desgasten y debiliten y, si no se corrige a tiempo, es incluso posible que lleguen  a romperse, o se caigan en un futuro. Lamentablemente se trata de una enfermedad cada día más común; tal vez una consecuencia colateral del tiempo convulsivo que nos ha tocado vivir. Nuevamente la doctora Adalia es quien ofrece su opinión: “Es importante saber la causa exacta, ya que el bruxismo no siempre está relacionado con aspectos psicológicos. Sus motivos deben ser tratados por un psicólogo, pero las consecuencias derivadas del mismo deberían ser evaluadas y tratadas por un odontólogo debido a su complejidad e importancia”. El problema principal de no tratar a tiempo esta patología- aparte del desgaste de las piezas dentales- es que, de complicarse, se puede llegar incluso a padecer dolores en el cuello, cabeza, columna vertebral y en las articulaciones mandibulares. La buena noticia es que en la actualidad hay existen numerosos tratamientos para solucionarlo. El más conocido es la llamada férula de descarga, que evita el contacto de los dientes superiores e inferiores, relajando así toda esa zona.

HERPES Y OTROS MALESTARES

La ansiedad puede activar la aparición de herpes labiales, producidos por un virus que habita en los nervios faciales. Debido al estrés bajan las defensas del organismo, momento que esas molestas inflamaciones aprovechan para  reproducirse.

También los factores emocionales juegan un papel negativo en el desarrollo de enfermedades periodontales; esas que afectan a la salud en las encías de las personas adultas. Otra molestia producida por el estrés no se puede calificar en sí misma como enfermedad, pero sí que resulta desagradable para quien la padece y, en ocasiones, dificulta las relaciones personales. Se trata del mal aliento, que puede significar la presencia de alguna enfermedad en las encías. Importante, por tanto, es controlar su color- siempre deben ser de un rosa pálido- y estar alerta a un posible sabor amargo en la boca; sus síntomas más evidentes. Dentro de esta relación de malestares bucales, por último, señalar la aparición de afta, o úlceras en la boca, producidas en muchas ocasiones por morderse las mejillas; algo muy habitual entre las personas estresadas. Ante todas estas complicaciones bucales, la doctora Adalia recomienda: “Practicar técnicas de relajación, hacer pequeños ejercicios o leer algo antes de dormir puede ayudar. Pero la forma más sencilla de solucionar estos problemas es acudiendo a un profesional que  ayude y asesore”.

ANTE TODO, PREVENCIÓN

La mejor manera de eludir estos males del estrés es tratar de erradicarlo, en este caso concreto, para evitar poner en peligro la salud de su boca. Lo ideal sería buscar la causa que lo origina, pero en caso de no indagar en ellas utilizar métodos de  relajación como el deporte, joya, masajes, o terapias alternativas para reducir la tensión. La profesora de yoga terapia Tony Suárez sugiere los siguientes ejercicios, sencillos de realizar. “Lo ideal es comenzar el día, en la propia cama, con movimientos de todo el cuerpo para desentumecer la musculatura. Conviene controlar la respiración, que sea larga y lenta” En el punto concreto de la boca recomienda: “aflojar la musculatura de la mandíbula es perfecto para relajación de todo el cuerpo. Para ello nada mejor que hacer todas las muecas posibles con la boca; el resultado es casi inmediato.

No conviene olvidar tampoco la higiene bucal; algo tan sencillo como cepillarse bien los dientes, la lengua, utilizar hilo dental, evitar el tabaco y el alcohol, alimentos azucarados…  Pero, sobre todo, no dejar de acudir a profesionales  cuando aparecen los primeros síntomas. Con su ayuda, y poniendo de nuestra parte, la salud bucal, y toda en general, será más placentera.