Por Carlos Fuentes

La capital de la isla más africana de las diez que forman el archipiélago de Cabo Verde, la añeja ciudad de Praia, es la puerta de entrada a uno de los países más jóvenes del continente. Es su centro administrativo y su corazón comercial, pero también su interesante polo cultural donde las músicas y los bailes caboverdianos animan cada noche restaurantes, cafeterías y terrazas repartidos entre las calles peatonales y las plazas más populares de Praia.

Con algo más de cien mil vecinos residentes, una quinta parte del medio millón de personas que habitan Cabo Verde, Praia cambia cada noche de piel. Del agitado trasiego comercial del día, el casco histórico de la ciudad está situado en el barrio de Plateau y ofrece una notable oferta de locales de ocio en los que locales y visitantes disfrutan de cenas con gastronomía típica caboverdiana. Al caer cada noche, en un ramillete de escenarios, es posible conocer canciones como la morna, suerte de melancólico bolero africano con el que Cesaria Évora situó a estas islas volcánicas en el centro del mapa mundi de los ritmos étnicos.

FOTO: ZHANA YORDANOVA
FOTO: ZHANA YORDANOVA

El viaje por las músicas de Cabo Verde puede comenzar en la tranquila plaza de Alexandre de Alburquerque, dedicada al gobernador de las islas a finales del siglo XIX, y en la cercana terraza Morabeza, término que en idioma criollo significa hospitalidad. A través de la calle 5 de Julio, arteria peatonal de Praia, abundan locales con música en vivo. En la terraza-restaurante Avis, además de degustar un plato de cachupa, un cocido elaborado con carne de vaca o cerdo (cachupa rica) o con pescado como chicharros (cachupa pobre), todo servido con verduras y papas guisadas, se puede disfrutar casi cada noche de una actuación musical diferente.

Muy cerca de Morabeza se encuentra Harmonía, tienda de discos de referencia en Praia con grabaciones de mitos de la música nacional caboverdiana como Cesaria Évora, Ildo Lobo y el grupo Simentera, el conjunto del ministro de Cultura, Mário Lúcio, o de nuevas voces isleñas como las de Mayra Andrade y la joven Élida Almeida, vecina de esta isla de Santiago.

FOTO: ZHANA YORDANOVA
FOTO: ZHANA YORDANOVA

Con aspecto descuidado, pero ambiente auténtico, el Bar José da Rosa pervive en Praia como testimonio de las antiguas tabernas vinculadas al alma marinera de la ciudad. Conviene probar aquí el vino de Fogo, blanco de alta gradación, y los más valientes pueden intentarlo con un vaso de grogue, el aguardiente de caña de azúcar y ron que Herman Melville ya citaba en su novela Moby Dick, por sus vínculos con la errante vida del marinero y sus viajes transatlánticos. También hay refrescos y la cerveza local, la apreciable Strela Kriolu. Algo más moderada es la oferta de licores en Praia Kapital, uno de los locales de moda de Plateau junto a su vecino Bistro 90, con su animada terraza a pie de calle donde cada fin de semana se citan los caboverdianos con sus trajes elegantes.

Sin salir del barrio de Plateau, en la avenida Amílcar Cabral, héroe y mártir de la independencia de Cabo Verde obtenida en 1975, la ruta musical de Praia continúa en Art Kafé, un oasis de tranquilidad entre el ruido cotidiano. Situado junto al Palacio de Cultura Ildo Lobo, este local es un clásico para disfrutar de un almuerzo a mediodía, un café de Fogo o un té a media tarde, una actuación musical vespertina en su recoleto auditorio y, ya de noche, un rato de copas y baile junto a los más jóvenes de Praia. La fiesta puede continuar en la terraza Buteku, también con música en vivo, o en el que es el verdadero templo de la música en directo en la capital de Cabo Verde.

FOTO: ZHANA YORDANOVA
FOTO: ZHANA YORDANOVA

Enclavado al final de la avenida Amílcar Cabral, Quintal da Música es una referencia imprescindible de la noche musical de Praia. En su escenario cantó Cesaria Évora, pero la lista de artistas invitados es amplia: Ildo Lobo, Nancy Vieira, Mayra Andrade, Lura, Neuza o Zeca de Nhá Reinalda interpretaron aquí sus mornas, funanás y coladeiras. De todos ellos hay un retrato colgado en las paredes, seña de identidad de la sala junto a las estampas tradicionales africanas que decoran su fachada principal.

Fuera del circuito principal de Plateau, una visita a los bares musicales de Praia no está completa sin un pequeño viaje urbano hasta el vecindario Tira Chapéu, en la salida sur de la capital que conecta con la antigua Cidade Velha. El barrio humilde es ahora un punto de referencia en las noches, especialmente durante los fines de semana, gracias a la labor desarrollada por el empresario y músico Nhô Nani al frente de la sala Fogo d’Africa. Aquí se sirven cenas y copas, pero lo más interesante ocurre cuando el propietario se anima con el violín para dar testimonio de su conocimiento de los ritmos tradicionales de Cabo Verde. Este local, remodelado recientemente para dar acomodo, cenas y copas al creciente número de asistentes, es uno de los lugares más auténticos de toda la música.