Por David Lorenzo

En este artículo no vamos a hablar de las monedas sociales nacidas en Canarias en los últimos años, como son nexo (Tenerife), demos (Gran Canaria) o la desaparecida drago (La Palma). Tampoco vamos a hacer referencia a la interesantísima moneda aragonesa encontrada en Gran Canaria en 2014 y que prueba la presencia mallorquina en la Isla en el siglo XIV. Vamos a hablar de las monedas en curso en Canarias tras la conquista del Archipiélago.

Tras la conquista de Canarias empezaron a circular sobre todo monedas castellanas. Al igual que en el resto de reinos europeos, las monedas tendrán nombres diferentes según el tipo y la cantidad de mineral precioso que contuvieran (oro o plata y cobre fundamentalmente, a veces mezclado con otros metales) o de la etapa histórica de la que estemos hablando. Encontramos monedas como el excelente, el castellano, la dobla, el peso, el ducado, el real, etc. Ante este caos, monetario por lo general se usaba como moneda de referencia el maravedí (que había dejado usarse en el siglo XIV, convirtiéndose en lo que se conoce como unidad de cuenta hasta que se unifican todas las monedas españolas en la peseta en el siglo XIX).

El excelente fue una moneda surgida durante el reinado de los Reyes Católicos y que siguió en curso durante décadas (también en Canarias)

Pero no solo circulaban en Canarias monedas castellanas. También llegaron a estar en curso en las Islas algunas acuñadas en América (reales corrientes, pesos fuertes, etc.). Tenían un valor diferente al que tenían en Castilla y no podían ser usadas en la Península. En el caso del Archipiélago habían logrado que la corona permitiera su libre circulación gracias a las concesiones para comerciar directamente con el Nuevo Mundo (en el resto de España el comercio con Indias estaba controlado directamente por la Casa de Contratación). Otras monedas extranjeras eran constantes en las Islas a causa de su gran actividad comercial: llegaban libras de grueso y marcos de oro y plata de Flandes, también del reino de Aragón (que contaba con sus propias monedas) y sobre todo hay una gran presencia del ceutí, o el tostón de Portugal, entre otras.

¿Existieron monedas canarias? Realmente sí. En las Islas era común la escasez de moneda, de forma que se permitía que se resellaran algunas de ellas. Por lo general, se les solía hacer una muesca con sellos de diferentes formas (en el caso de La Palma y en Gran Canaria se usaba la hoja de una palmera, etc.). De esta manera se evitaba así la fuga monetaria de las Islas, puesto que en el exterior no tenían valor alguno. El resellado, a pesar de haber sido de utilidad durante décadas, acabó convirtiéndose en un quebradero de cabeza. Sobre todo en el siglo XVIII,  cuando se generalizó la falsificación de una moneda resellada en circulación desde hacía 300 años y conocida como bamba (su sellado consistía en un león pasante de tres patas). Llego a ser tan alto el curso de moneda falsa en el Archipiélago que durante el reinado de Carlos III se prohibió que en Canarias se continuara con el resello.

Moneda resellada con una hoja de palma en el medio (que demuestra que fue resellada en Gran Canaria). Imagen extraída de imperio-numismático.com

Para evitar la fuga de moneda en circulación del Archipiélago, además del resello, era común premiar la moneda de oro y plata. Lo que se hacía era incrementar el valor en las Islas (es común usar como referencia monetaria maravedís de Canarias). También se empleaban otros medios de pago. Lo más habitual era el pago en especie (alimentos u otros productos de primera necesidad). Entre los más ricos estaban muy extendidas las transacciones con productos de lujo (obras de arte, telas lujosas, joyas, etc.) y propiedades (tierras y viviendas), así como mediante letras de cambio. Habitualmente se ponía un precio fijo a determinados productos (cereales, azúcar, etc.) para favorecer la compra-venta.

Para saber más:

  • Pérez Almeida, Haridian Cristal “Moneda y medios de pago en las islas Canarias durante los siglos XVI y XVII”. En Ab Initio. Revista digital para estudiantes de historia. Madrid: Ab-Initio, Núm. Ext. 1, 2011
  • Lobo Cabrera, Manuel Monedas, pesas y medidas en Canarias en el siglo XVI. Madrid: Queimada Ediciones, 1989