Por Sixto Javier Pérez

Cuatro jóvenes estadounidenses se apuntan como monitores en un campamento de verano en Europa. Pero, al llegar al remoto lugar, una extraña infección que causa furia extrema a quien contagia sumerge al grupo en una espiral de terror y locura. Comienza entonces una carrera a contrarreloj para encontrar la fuente del contagio y poder salvar sus vidas. (Filmaffinity)

Mucho había durado la buena racha del terror… Summer Camp es otro film fallido que intenta seguir la fórmula de otras películas como Rec o 28 días después, pero en esta ocasión con un argumento incoherente y una introducción nada atractiva que invita a abandonar el film. El encargado de dirigir la película, para mi sorpresa, es Alberto Marini, responsable del guión de Mientras duermes y El desconocido. Lo llamativo de todo es que la película es entretenida, siguiendo un buen ritmo, pero cuando te detienes a analizar todos los detalles te das cuenta de que tienes más defectos que virtudes.

Actualmente el cine y la televisión están plagados de películas y series sobre zombies, un subgénero muy manido que ya cansa porque no aporta nada nuevo. Tirar de temas que están de moda no es buena idea porque es inevitable caer en tópicos, consiguiendo que el espectador sufra un déjà vu.

Foto vía sinopcine.com

La película nos la venden como un campamento de verano, pero no es así, ¡No hay niños! Tan solo hay cuatro monitores que esperan la llegada de los menores. A pesar de que la ambientación es buena , cuesta creer que sea en ese lugar donde los niños vayan a pasar el verano, una gran mansión totalmente aislada que da miedo solo de verla por fuera. Los exteriores dan muchísimo juego, esto es un punto a favor ya que no nos encontramos con un solo escenario.

Las interpretaciones no han terminado de convencerme ya que han sido muy exageradas y poco creíbles. Dicho reparto está formado por las estadounidenses Donahue (“Insidious: capítulo 2”) y Walsh (serie “Zombieland”), el mexicano Diego Boneta (“Rock of Ages”) y nuestro Andrés Velencoso que no le ha dado tiempo de poner a prueba sus dotes interpretativas debido a su fugaz aparición. Es cierto que los actores tienen la dificultad de que sus papeles requieren de una buena condición física, y lo demuestran a la perfección, sobre todo en las escenas donde tienen que huir o perseguir a sus presas, pero a la hora de interpretar no consiguen transmitirme nada.

Foto vía pymovie.tv

Los sustos son totalmente predecibles y recurren a la sangre, sonidos estridentes y lo que es peor, movimientos de cámara exagerados en los momentos de mayor tensión, algo que me recuerda a Rec, película en la que sí estaba justificada esta técnica, pero no siempre es buena idea recurrir a ella. Como aspecto positivo tengo que destacar su tramo final, reconozco que consigue generar tensión y nos ofrece un par de sorpresas inesperadas.

El maquillaje y los efectos especiales son muy pobres, pero es algo a lo que no le doy demasiada importancia en el género de terror ya que, curiosamente, las mejores películas de terror suelen ser las que cuentan con un bajo presupuesto, causando mayor miedo lo que no se ve.

En definitiva, otro film de terror que repite la misma fórmula que tantas veces hemos visto. Seguramente te entretenga y te genere algún susto, pero ya está, no ofrece nada nuevo, que te haga pensar en ella tras vela.

Nota: 1,5 de 5

Lo mejor:

  • Ambientación.
  • Ritmo
  • Final

Lo peor:

  • Dirección
  • Tema manido
  • Historia vacía
  • Interpretaciones muy pobres